El Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) están detrás del recrudecimiento de la violencia en el último año en Guanajuato. Aunque la reciente masacre en Salamanca puso en la mira a ambas organizaciones criminales, no ha sido la única, pues tienen un sangriento historial en la entidad.
El CSRL es responsable de gran parte del robo de combustible en el estado y ha llegado incluso a bloquear vías con vehículos en llamas para impedir que el Ejército llegue a los ductos perforados.
De acuerdo con InsightCrime, en los últimos años, las ambiciones del CSRL eran claras: convertirse en un grupo criminal multiestatal comparable con algunos de los más grandes del país.
Aunque el presunto líder del CSRL, José Antonio Yépez Ortiz, alias El Marro, lleva casi una década dedicado al robo de combustible, cobró notoriedad en octubre de 2017 tras enviar una advertencia al CJNG a través de un video.
En las imágenes, El Marro maldice al CJNG y le advierte mantenerse fuera de Guanajuato. Desde entonces, la sangrienta guerra entre ambos grupos ha disparado la violencia en el estado, que lo llevó a clasificarse como una de las regiones más peligrosas de México en 2018.
Según reportes de inteligencia, Yépez Ortiz intentó apoderarse de las rutas de droga y huachicol en Jalisco, y sacar de su zona de confort a Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, lo que desató una ola de enfrentamientos.
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En abril de 2017, dos ataques de comandos armados dejaron al menos once muertos y quince lesionados en los municipios de Jerécuaro y Tarimoro, ubicados al sureste de Guanajuato.
Varios sujetos con fusiles de asalto llegaron a una finca habilitada como palenque de gallos en la comunidad Salto de Peña y dispararon en contra de los asistentes.
Para junio de ese mismo año, el CJNG y el CSRL se enfrentaron en el centro nocturno La Cabaña, ubicado en Apaseo el Alto, en los límites de Guanajuato y Querétaro, en la zona de San Antonio Calichar muy cerca de Balvanera. En la balacera murieron siete personas y otras seis resultaron heridas.
En septiembre, cámaras de seguridad de una gasolinera de esa misma zona, registraron un ataque armado contra cuatro policías, dos despachadores y una empleada de tránsito fueron ultimados en la escena. Los responsables fueron miembros del CJNG.
Para marzo de 2018, al menos ocho personas murieron y once resultaron heridas por sicarios de ambos grupos criminales que atacaron un bar que funcionaba como palenque de gallos en Purísima del Rincón, municipio ubicado en los límites con Jalisco.
En junio de ese mismo año, seis policías viales en Salamanca fueron atacados y asesinados. Según informes recabados por medios locales, hombres armados que circulaban en al menos dos vehículos abrieron fuego con armas largas en contra de los agentes. Los disparos provocaron pánico entre habitantes de la zona.
En marzo de este año, un ataque en un bar ubicado en la misma ciudad dejó al menos quince personas asesinadas y varias heridas. De acuerdo con testigos, al lugar llegaron tres camionetas con hombres armados, quienes dispararon a los asistentes.
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Aunque inicialmente se dijo que los responsables de la balacera fueron sicarios del CJNG, el grupo criminal se deslindó de la masacre y responsabilizó al CSRL; sin embargo, hasta el momento se desconoce qué grupo criminal ocasionó la terrible tragedia.
En Salamanca está ubicada una de las seis refinerías que operan en el país, desde la que se abastece de combustible a la región central de México, por lo que es un punto clave para las organizaciones dedicadas al robo de combustible.
Actualmente, Santa Rosa de Lima permanece tomada por fuerzas mexicanas, que llevaron a cabo el Operativo Golpe de Timón, tras superar la oposición de los pobladores de este lugar, que quemaron vehículos y bloquearon caminos con la finalidad de que escapara el líder del CSRL.
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