Un estudio de Robert J. Bunker y Byron Ramírez, de la Claremont Graduate University reveló datos importantes acerca de los vehículos utilizados por narcotraficantes de Los Zetas y el Cártel del Golfo entre 2010 y 2012, los cuales blindaban gracias a la implementación improvisada de tecnología militar.
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Para el estudio utilizaron datos de dieciséis de los más de 100 vehículos asegurados por las autoridades de Tamaulipas tras enfrentamientos armados. De acuerdo con la investigación, fueron identificados cinco niveles de blindaje, los cuales iban de lo defensivo (protección balística) a lo ofensivo (tanques con búnker y armas).
Los vehículos, modificados al extremo de parecer verdaderas máquinas de combate, reflejan una especie de carrera armamentista con el objetivo de enfrentarse con sus rivales, con quienes se disputan distintas rutas y regiones para el control del tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
La tecnología utilizada para adaptar los vehículos, según detalla la investigación, destaca ‘la importancia de la improvisación militar que ha tenido lugar en México. Curiosamente, durante la revolución de Libia en 2011, los rebeldes utilizaron un ingenio similar en sus vehículos con blindaje improvisado para luchar contra el Ejército de Gaddafi’.
Asimismo, aseguraron que tal información podría ser fundamental para enfrentar la ‘insurgencia criminal militar’, la cual crece año con año.
Los niveles determinados hasta el momento de blindaje y equipamiento son los siguientes:
Nivel I Defensivo. Vehículo con blindaje improvisado / apresurada protección balística
Nivel II Defensivo. Blindado profesionalmente
Nivel III Temprano Ofensivo. Con un búnker improvisado y una posición para tirar
Nivel III Maduro Ofensivo. Narco tanques, rinocamiones o monstruos
Nivel IV Ofensivo. Con blindaje y pistola como los tanques
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