Los Aztecas, Los Doble A y La Línea: la disputa del CJNG y el CDS por Juárez

La disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa (CDS) en Juárez, Chihuahua, dio paso a la formación de otras células delictivas como Los Aztecas, Los Doble A y La Línea, cuyos enfrentamientos provocaron una imparable ola de violencia en la ciudad.

De acuerdo con El Universal, entre 2008 y 2012 Juárez fue considerada la localidad más peligrosa del mundo, debido a que en cuatro años se registró un total de 12 mil asesinatos ocasionados por la guerra entre el grupo criminal de Joaquín El Chapo Guzmán y el Cártel de Juárez.

En respuesta, el Gobierno Federal ordenó el despliegue de las fuerzas federales para aplacar los índices de violencia; sin embargo, a los enfrentamientos entre organizaciones rivales se sumaron delitos como el robo, el saqueo y la extorsión.

No fue sino hasta 2014 y 2015 que la delincuencia disminuyó, en parte porque la policía local fue reconfigurada, ya que los policías corruptos que colaboraban con los cárteles fueron despedidos, y en parte porque el Cártel de Sinaloa ganó la batalla por el tráfico de drogas en Ciudad Juárez.

Sin embargo, la llegada de Javier Corral al gobierno de Chihuahua coincidió con la incursión en la frontera norte de la organización criminal más poderosa del sexenio de Enrique Peña Nieto, el CJNG, que llegó a arrancar su trono al Cártel de Sinaloa.

La guerra entre las pandillas locales se recrudeció luego de que Juárez se partiera en dos polos; las calles aledañas a la Avenida Juárez, que abarcan un cuadro desde la Catedral hasta la avenida y barrio Vicente Guerrero, se convirtieron en el campo de batalla entre La Línea, Los Aztecas y Los Mexicles, asociados al CJNG, y Los Doble A, ejército criminal vinculado con el CDS.

Sin embargo, la detención y el homicidio de Juan Arturo Padilla Juárez, alias El Genio, uno de los líderes de Los Aztecas provocó una ola de violencia en la zona.

Padilla Juárez fue ingresado al penal de Aquiles Serdán el 3 de julio de 2018 en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, pero el  4 de agosto fue asesinado durante un enfrentamiento entre reos.

Solo un día después del deceso de El Genio, 26 personas en Ciudad Juárez fueron brutalmente ejecutadas, once de las cuales fueron encontradas ahorcadas en un domicilio de la colonia Pradera de los Oasis.

En aquel momento fuentes policiales señalaron que podría tratarse de una venganza por el homicidio de Arturo Padilla, pues además de señales de tortura y abuso sexual, dos de las víctimas tenían tatuajes alusivos a Los Aztecas.

Según el informe, los once occisos, entre los que se encontraban ocho hombres y tres mujeres, fueron golpeados brutalmente y asfixiados con un torniquete. Algunos de los cuerpos tenían un foco adaptado para fumar cristal introducido en el cuerpo, mensaje entre las bandas que disputan la comercialización de dicha droga.

Para julio de 2018, Juárez sumaba 177 homicidios, pero al terminar el año la ciudad llegó a la cifra más alta de su historia con mil 247 asesinatos.

De acuerdo con especialistas, la violencia en la localidad llegó a su punto más alto cuando Los Doble A, también conocidos como Los Artistas Asesinos o Los Doblados, introdujeron en zonas marginales el cristal, estupefaciente producido en los laboratorios del CDS.

Actualmente, La Línea, Los Aztecas, Los Doble A y Los Mexiques no solo luchan por el control de las narcotiendas calle por calle, sino que la violencia se ha extendido a colonias en donde antes no existía y donde los brazos ejecutores de los cárteles chocan diariamente.

Además, las ejecuciones masivas y los ataques a los cuerpos policiacos son constantes, por lo que Juárez es considerada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador como la segunda región más peligrosa de México, y cuya estrategia de combate es reforzar la seguridad con la Guardia Nacional.

Sin embargo, esta medida ha generado una acalorada polémica entre funcionarios y ciudadanos locales, pues quienes la rechazan insisten en que militarizar el país no se resuelve el problema de la violencia, mientras los que están a favor aseguran que es un paso significativo en el proceso de paz.