La madre de esta joven tiene siete años de no tener un rastro de su pequeña, en México todos los días se dan a conocer nuevos casos de mujeres desaparecidas; Ana Karen es un ejemplo.
El periodista Héctor de Mauleón señaló en su columna de El Universal que la joven de dieciséis años fue vista por última vez el 29 de septiembre de 2012 en Reynosa, Tamaulipas. De acuerdo con el relato, su madre Mauri Félix recordó los últimos segundos al lado de su hija, pues ella trabajaba en McAllen, Texas y no se comunicaba seguido.
Después de aquel último encuentro, la madre de Ana Karen regresó hasta el martes de la siguiente semana y le informaron que su hija no regresó a casa. La última persona con la que estuvo Ana Karen fue con su mejor amiga Tania, quien relató que ambas jóvenes se fueron a una fiesta el sábado por la noche.
Durante esa reunión, Ana Karen acompañó a su vecino Juan Pérez Rodríguez a comprar más botana; sin embargo, ninguno de los dos regresó.
Desde aquel día la madre de la joven emprendió una búsqueda que inició en la casa de Juan Pérez. Al llegar a su domicilio salió su hermana, quien señaló que no había regresado a su HOGAR y que tenía poco de haber salido de prisión.
Tras no obtener respuestas sobre su paradero, la familia de Ana Karen interpuso una denuncia de desaparición para que las autoridades de Reynosa comenzaran la búsqueda.
Durante los días y noches de su ardua búsqueda, la madre de Ana Karen fue informada que el grupo identificado como los alguien estarían en la ciudad levantando a todas las personas que estuvieran en la noche.
Doña Mauri logró contactar con un alguien del Cártel del Golfo (CDG) y le pidió ayuda para localizar a su hija.
Este alguien le explicó que su hija no salió a la calle la noche en la que desapareció y que no había rastro de ella en toda la ciudad.
Al no tener apoyo de las autoridades, la madre de Ana Karen logró obtener la dirección del padre de Juan Pérez; no sabía nada de su hijo desde hace diez años.
Desde 2012, la madre de Ana Karen hace una búsqueda implacable por hallar a su hija viva o muerta.
De Mauleón destacó que en una de sus columnas publicadas en 2016, la madre de Ana Karen vio la fotografía de ese texto y aseguró que la joven que ahí apareció era su hija.
Han pasado los años y la madre de esta joven sólo tiene una fotografía de su hija desde hace siete años; eso sí, el amor de madre para encontrar a su hija está más vivo que nunca.
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