La situación aduanera en Tamaulipas ha preocupado a las autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) y al Gobierno del Estado. Desde septiembre pasado, hay indicios de que el Cartel del Golfo controla el paso de productos legales e ilegales, principalmente en los puentes de Matamoros.
Según investigaciones federales, este cártel ha diversificado sus negocios y no solo continúa traficando drogas, secuestrando y extorsionando a comerciantes y hombres de negocios en la región. Ahora sus líderes han encontrado en las aduanas de Tamaulipas un nuevo modus operandi para extorsionar y controlar gran parte del cruce de mercancías.
Las investigaciones de la PGR se suman a las de las autoridades estadounidenses, que también detectaron que los miembros del Cártel del Golfo han logrado corromper a los funcionarios de los EE. UU. Mientras explotaban las extorsiones en la aduana.
Uno de los responsables de esta modalidad y que ha ganado el control de los funcionarios de aduanas, es Carlos
Martínez alias El Cuate, a quien las autoridades de la DEA identificaron como el yerno de Osiel Cárdenas Guillén, fundador del Cartel del Golfo.
El Cuate, es quien está a cargo de extorsionar a los agentes de aduana de Tamaulipas, principalmente lo señalan, como el que controla uno de los cuatro puentes más importantes de Matamoros, es el puente conocido como Los Indios.
Es a través de este punto que la organización, en la que él es un líder, obliga a los empleadores a pagarle aranceles cuando cruzan mercancías que van desde dispositivos electrónicos, ropa, combustible robado, automóviles y, por supuesto, para la transferencia de drogas.
También se sabe, a partir de la información proporcionada por la DEA , que entre los principales operadores está El Cuate Rigoberto Brown, sobrino de Cárdenas Guillén y que tiene una orden de arresto en los Estados Unidos, además de Rigoberto Castorena Cantú, su hermano. consuegro.
En los archivos de investigación abiertos, se explica que para operar en la aduana, el yerno de Osiel Cárdenas ha logrado crear un importante grupo de traficantes que logran enmascararse como empresarios e incluso políticos de la región.
De estos personajes, las autoridades federales ya están investigando nombres como Luis Biasi, Jesús Jiraudini, alias El Chuy, y su sobrino Oscar Jiraudini, este último identificado como el encargado de controlar todos los puentes desde Reynosa a Matamoros, y es conocido que él trabaja bajo las órdenes de la hermana de Osiel Cárdenas.
Las investigaciones de la PGR comenzaron después de que recibieron varias quejas de los empleadores que informaron que el cruce de cualquier mercancía, contenedor u orden tiene una tarifa de $ 300, que se paga al crimen organizado.
Trescientos dólares que durante meses han sido pagados como una tasa de extorsión por cada importador legal por cada cruce o pedido realizado. Estas investigaciones se han integrado durante al menos seis meses;si no se concluye, el resultado será un aumento de la extorsión y la violencia en las aduanas, ya que otros grupos comenzaron a ver el negocio como un medio para la diversificación.
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