Durante un cateo en Durango militares hallaron un catálogo de actrices, la mayoría colombianas, en el aparece Fotos sexy de la saltillense Katie Barberi; en Colombia un socio del sinaloense tenía una red de prostitución.
La reciente revelación de la actriz Kate del Castillo sobre un supuesto catálogo de actrices que complacían a productores y publicistas, algo que han confirmado compañeras como Dulce María, ex RBD y Alejandra Avalos, traen a la luz de nuevo catálogos encontrados a narcotraficantes vinculados al cártel de Sinaloa, uno de ellos en un refugio de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
El 11 de agosto de 2009 se dio a conocer un cateo en Las Trancas, Tamazula, Durango. El narcotraficante que dormía en esa casa tenía su gimnasio, con caminadora, escaladora y bicicleta fija incluidas; su armario estaba lleno de prendas y camisas Versace, Hugo Boss, Náutica, Tommy Hilfiger y pantalones Levi’s, de talla 15 y medio. “El Chapo” mide 1.55 metros.
Pero este caso lo relevante es que en una de las habitaciones, el Ejército halló un catálogo de fotografías y currículas de modelos y artistas, varias de ellas representadas por la agencia de relaciones públicas de Colombia “Élite Asociados”.
Entre las fotos que aparecían estaban las de Maritza Rodríguez, Ximena Erazo, Katie Barberi (mexicana, de Saltillo), Ángela Casas, María Cecilia Sánchez, Isa Córdoba, Adriana Laiseca, Diana Marcela González, Alexandra Serrano, Mafre Yepes, Yazmín Zivic, Adriana Botina, Maritza Cano y Katerine Escobar.
Por otra parte, en abril de 2016 se dio a conocer un reportaje de la revista colombiana Semana, en la que se afirma que el socio de “El Chapo” Guzmán, Darío Úsuga, alias Otoniel, compra los servicios de una red de prostitución de alto nivel que ofrece mujeres de todos los colores por catálogo.
“Uno de los secretos mejor guardados por el capo, sus lugartenientes y sus hombres de confianza tiene que ver con la amplia y compleja red de prostitución a su servicio”.
“Al mejor estilo de los mafiosos y los grandes cárteles de la droga en décadas pasadas, los jefes de esa bacrim (bandas criminales emergentes en Colombia) invierten millones de pesos en mujeres conocidas como prepagos, a las cuales llevan desde varias ciudades hasta los más recónditos lugares en la espesura de la selva en donde se esconden de la persecución estatal”, dice el reportaje de Semana.
Asegura que los narcotraficantes como Otoniel, Gavilán, El Indio o Inglaterra, acostumbran abusar de niñas de entre 11 y 14 años de edad, y que para someterlas las amenazan con hacerle daño a su familia.
El reportaje de la revista Semana afirma que en otros casos, los narcos compran a las menores con joyas y dinero.
En algunos allanamientos que realizaron las autoridades de Colombia, encontraron fotografías de menores de niñas menores de edad ataviadas con baby doll.
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