Ahogados por el creciente negocio ilegal a costa de las finanzas de Pemex, en el gobierno federal mexicano buscaron a sus pares colombianos para que les explicaran cómo le hicieron para minimizar en tres años un problema que, proporcionalmente, había alcanzado en ese país peores niveles de los que hoy tiene en México.
Inspirado en Colombia, el Estado mexicano tiene ya un plan: vigilar los ductos, “marcar” los combustibles para saber cuáles son piratas, solventar las increíbles inconsistencias en el cruce de datos que existen en las distintas áreas de Pemex, impulsar programas sociales en las regiones donde los huachicoleros gozan de “cobijo social” y usar la fuerza pública contra las bandas criminales y en la protección de infraestructura.
Súmele otra medida, bastante singular: Elementos Geométricos Obstructores (EGO). Se lee muy sofisticado. Pero no: son pelotitas, trompos, puntas pica-mangueras que viajan en el combustible dentro de los ductos para que, cuando éstos sean perforados, por la fuerza de la presión tapen los hoyos (ver la foto).
El plan antihuachicoleros en México tiene como objetivo que se encarezca el litro de gasolina ilegal y por tanto sean menores las utilidades, al grado que no valga la pena correr el riesgo. Que el costo del robo sea mayor a su precio en el mercado negro. Es una perspectiva más de economistas y menos de policías.
El ojo de las áreas de inteligencia del gobierno federal está puesto, según dos fuentes federales, especialmente sobre los gasolineros. Han detectado comportamientos extraños: hay meses en los que le compran a Pemex (el único vendedor autorizado) bastante menos gasolina que habitualmente, gasolineras que de plano ya redujeron su consumo, las que notificaron a Pemex que cerraron pero en realidad siguen abiertas… y otros trucos, sobre todo en Puebla, Veracruz, Guanajuato y Tamaulipas, los estados donde más se ha extendido el robo de combustible.
El cruce de datos entre Pemex, el SAT y la Profeco ha sido estratégico para detectar inconsistencias en la operación de las estaciones de servicio. En los primeros operativos, unas 90 gasolineras de la zona huachicolera han resultado irregulares. Se roban cientos de millones de pesos. Y cuando se ven descubiertas, muchos de sus dueños han delatado a sus competidores que hacen lo mismo.
Estrategia integral, le llaman. Hacienda, a través de la Unidad de Inteligencia Financiera y del SAT, tendrá por objetivo congelar las cuentas en las que se maneje el dinero ilícito y detectará la evasión fiscal; Profeco verificará las bombas y las ventas al consumidor; la PGR asegurará los lugares y judicializará los casos; Pemex rescindirá los contratos de franquicia y suspenderá el suministro a los mal portados; y el Ejército y la Marina garantizarán la seguridad.
También están en la mira, me aseguran las fuentes, los grandes consumidores de combustible: transportistas, plastiqueros, etc. Existen en el país aproximadamente 150 negocios que son clientes muy relevantes en la compra de gasolinas.
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