Acatlán de Pérez Figueroa, Oaxaca.- La Policía Municipal localizó un cráneo, con una leyenda en una cartulina, alusiva de un grupo criminal, en la que confirmaba el motivo de la ejecución, a un lado de unos ductos de Pemex en la comunidad de Conejos entre los límites de Veracruz y Oaxaca.
El cráneo apareció cerca de donde el 18 de febrero, pobladores encontraron un cuerpo putrefacto con visibles huellas de tortura, y ejecutado de un balazo por la boca.
Parte de ese cuerpo había sido devorado por la carroña lo que hasta anoche, dificultaba su identidad. Fue enviado a la fosa común como desconocido.
En la cartulina encontrada por las autoridades, se leía "esto les pasa por putos y dedos y ocicones".
La Procuraduría General de Justica del Estado de Oaxaca mantenía hermetismo de la situación, sin embargo se conoció que activaron diligencias en el sitio del hallazgo para la búsqueda de evidencias.
El cráneo fue encontrado alrededor de las 12:20 horas del sábado por unos pobladores y reportado a la Policía Municipal.
Al igual que el 18 de febrero, el cuerpo estaba tirado a un lado de los ductos de Pemex, pero ahora se encontró la cartulina, en la que se confirmaba, el motivo de la ejecución.
Fuentes extraoficiales indican que la cabeza habría sido arrojada en la misma fecha que el otro individuo, que apareció ejecutado, de un balazo en el rostro.
La víctima del mes pasado tenía las manos amarradas hacia atrás y de acuerdo a los informes, poco más de una semana de muerto por el balazo que recibió en la boca. Portaba una playera verde y a un lado del cuerpo, se localizó una camisa a rayas azul, y pans oscuro.
Ese hallazgo fue alrededor de las 14:30 horas del martes 18 de febrero cuando unos pobladores descubrieron el cuerpo, putrefacto en la línea de los ductos de Pemex en el ejido Conejos cerca del puente del Río Amapa y lo reportaron a la policía.
En la línea de los ductos de Pemex, encontraron el cadáver de una persona del sexo masculino en avanzado estado de descomposición que vestía un pantalón tipo pans color azul marino con una línea de color azul cielo al costado, una playera color verde a rayas y una camisa azul a rayas con gris o blanco.
El cuerpo presentaba visibles huellas de tortura y un orificio de bala en la boca, por lo que se presumió, un posible ajuste de cuentas.
Agentes judiciales y peritos técnicos criminalistas realizaron una inspección ocular en la escena del hallazgo en busca de evidencias que pudieran servir para reconocer a él o los sicarios que ejecutaron a la víctima.
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