Loading...

Normal de Ayotzinapa Involucrada con "los rojos"; Cepillo

Loading...
La grabación donde Felipe Rodríguez Salgado, alias el Cepillo, declara que un integrante de Los Rojos pagó a José Luis Hernández Rivera, director de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, por enviar a un grupo de estudiantes a reventar la reunión que ese día, 26 de septiembre, iba a encabezar la esposa del exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, permitió entender muchas cosas.

Quedó claro, en primer lugar, que los 43 normalistas asesinados fueron víctimas del enfrentamiento entre los dos grupos criminales —Guerrero Unidos y Los Rojos— que se disputan un territorio estratégico en producción de goma de opio y heroína en esa región de Guerrero. Pero, lo más importante: que Los Rojos tienen infiltrada la Normal de Ayotzinapa, y prueba de ello es que en el autobús en el que iban los jóvenes masacrados también iba un supuesto estudiante de apodo el Cochiloco, operador de Los Rojos, quien dio la orden al chofer de desviar el vehículo hacia Iguala.


La declaración de el Cepillo ha desmitificado la Normal, lo que obliga a abrir otras líneas de investigación no sólo para confirmar la responsabilidad de su director en los hechos sino para saber qué clase de trato y qué tipo de uso da ese centro escolar a los estudiantes. Si lo declarado por el sicario es cierto, el Estado mexicano está obligado a proceder en contra de una escuela que expone a los jóvenes a ser víctimas del crimen organizado.

De esto, deberían estar conscientes los padres de familia de los 43 estudiantes. Ellos, al igual que sus hijos, engañados, explotados y usados por grupos que lejos de buscar justicia pretenden impedir que se conozca la verdad.

¿Cuál verdad? El procurador general de la república, Jesús Murillo Karam, ha hablado de la “verdad histórica”, pero también hace falta la “verdad política”, y si nos apuramos, porque hace falta llegar hasta el fondo también debe hablarse de la verdad sobre el negocio ilícito, trasfondo de lo que sucedió en Iguala y del que poco se ha hablado y profundizado.

La “verdad política” es que la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) y los voceros y abogados que dicen defender los derechos de los padres de familia han construido una estrategia muy bien montada para hacer creer a la opinión pública y a las organizaciones defensoras de los derechos humanos, que los responsables de la masacre son el gobierno federal y el ejército.

Una cortina de ruido que ha creado confusión y ha impedido ver lo más obvio: que a la CETEG y a sus aliados les interesa proteger a uno de los grupos delincuenciales involucrados. En días pasados, cuando comenzó a trascender que el Cepillo había acusado a Los Rojos de estar infiltrados en la Normal, los voceros del movimiento Ayotzinapa salieron a decir que no se debía creer a un delincuente.

La “verdad política” también la dejaron ver durante la marcha para conmemorar el cuarto mes de la desaparición de los 43 normalistas. Los líderes dejaron en claro que no iban a permitir la celebración de elecciones el 7 de junio y que Guerrero debía de ser gobernado por asambleas populares, al margen de la federación.

A ver si entendimos bien: ¿se trata de iniciar un movimiento separatista para convertir Guerrero en una entidad independiente, con gobierno e instituciones política y jurídicamente autónomas?

Guerrero tiene uno de los índices de pobreza más elevados del país y de América Latina. Ahí no hay petróleo, hasta donde se sabe, pero el clima ha permitido que, cuando menos, más de 30 regiones de la entidad se dediquen al cultivo de amapola, a la recolección de goma de opio y a la producción de heroína. Buscar la autonomía de Guerrero, dentro de este contexto, tiene una especial relevancia.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, informó el 15 de septiembre de 2014 al Congreso de su país, días antes de los hechos de Iguala, que México se había convertido en uno de los productores más importantes de heroína del mundo y en el principal proveedor de esa droga a su país.

Ésa otra verdad, la de un negocio calculado en millones de dólares, también la necesita conocer México. Sobre todo, para conocer los hilos que todavía permanecen ocultos en el caso Iguala.
Loading...

0 comentarios:

Publicar un comentario