Jesús Raúl Beltrán León, Chuy Raúl o el Trébol, se declaró culpable en la corte de Chicago.
El sinaloense de 35 años era jefe de seguridad y cuñado de Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo de Joaquín el Chapo Guzmán.
De acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, es hijo de Jesús Raúl Beltrán Uriarte —detenido por el Ejército en 2006— principal lugarteniente y operador financiero de Ignacio Nacho Coronel.
Chuy Raúl se declaró culpable de conspiración de drogas, por lo que el próximo 10 de julio será sentenciado a una pena que podría ser cadena perpetua
.
Beltrán León forma parte del caso de drogas más importante llevado a tribunales en Chicago, según las autoridades.
En la misma acusación están el Chapo Guzmán, Ismael Mayo Zambada; Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Alfredillo; Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo; Heriberto Zazueta Godoy, Capi Beto; Víctor Manuel Félix Beltrán, el Vic; Héctor Miguel Valencia Ortega; Jorge Mario Valenzuela Verdugo, Choclos; y Guadalupe Fernández Valencia, la Patrona.
La acusación establece que los bienes de los acusados sujetos a confiscación son por aproximadamente 2 mil millones de dólares.
La acusación inicial fue presentada en 2009 pero en ella no aparecía Chuy Raúl; fue hasta 2013 cuando el Departamento de Justicia presentó una ampliación y ahí lo incluyeron.
En noviembre de 2014, Beltrán León fue detenido por elementos de la Marina en Culiacán y extraditado en enero de 2017.
A comienzos de este mes, sus abogados le habían pedido al Juez que durante el juicio no se le vinculara con el Chapo Guzmán, o el Cártel de Sinaloa, algo que la fiscalía federal solicitó fuera desestimado.
Argumentaron que la sola mención del capo de la organización, recientemente hallado culpable en un juzgado de Nueva York, influiría y perjudicaría la objetividad necesaria del jurado para considerar las evidencias que se presenten contra Beltrán León.
Chuy Raúl es acusado de participar en la coordinación de actividades de narcotráfico para importar grandes cantidades de cocaína de países centroamericanos y sudamericanos, incluyendo Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú, Panamá, Costa Rica, Honduras y Guatemala, a México, utilizando diversos medios como aeronaves de carga, aeronaves privadas, submarinos y otros buques sumergibles y semi-sumergibles, buques portacontenedores, lanchas rápidas, buques pesqueros, autobuses, vagones de ferrocarril, remolques de tractores, automóviles y transportistas interestatales y extranjeros privados y comerciales.
Después de que las drogas y precursores químicos llegaban a México los descargaban y almacenaban para luego enviarlos a la frontera con Estados Unidos, donde eran escondidas en múltiples almacenes y casas de seguridad.
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