Miguel Ángel N, un empresario que fue secuestrado y brutalmente decapitado en Puebla, se encontraba ligado al cártel de los Beltrán Leyva por parte de su familia política.
El pasado 4 de abril, Miguel Ángel N fue emboscado en Cholula, lugar al que viajó desde su lugar de residencia en Cuernavaca, Guerrero, para ser el anfitrión de la fiesta infantil de su hija de ocho años.
Según dieron a conocer varios medios, alrededor de las 18:00 horas un comando armado irrumpió en la celebración, realizada en el salón de eventos Harmony, para secuestrar al empresario ganadero.
Los testigos informaron que los delincuentes se llevaron a la víctima en una camioneta color blanco, a la que le perdieron la pista luego de que diera la vuelta a la altura del puente de las oficinas del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
A través de redes sociales y por medio de WhatsApp, el video del levantón fue difundido, por lo que elementos de los tres niveles de Gobierno se dieron a la tarea de localizar a las unidades que habían participado en el plagio del ganadero.
Tras hora y media de rastrear vía satelital el celular de Miguel Ángel N, los uniformados montaron un operativo en el municipio de Amozoc, donde fue localizado en una casa de seguridad.
Pese a los esfuerzos de las autoridades, el empresario fue encontrado decapitado, por lo que agentes ministeriales aseguraron el lugar y cinco vehículos, entre los que se encontraba la camioneta en la que el occiso había sido levantado.
Durante la búsqueda del empresario se reportó una balacera en la zona conocida como Los Duraznos, presumiblemente entre delincuentes y agentes federales, pero las autoridades no brindaron detalles sobre los hechos.
El empresario fue identificado como familiar político de los Beltrán Leyva, pues estaba casado con una mujer de quien se presume que era pariente de los miembros del cártel, por lo que se especula que su asesinato se trató de un ajuste de cuentas entre miembros de la delincuencia organizada; sin embargo, esta versión no ha sido confirmada.
Asimismo, trascendió que tras el hallazgo del cadáver decapitado, llegaron tres supuestos familiares del occiso a bordo de una camioneta blindada, pero lo que llamó la atención de los cuerpos policiacos fue que, al hacerles una revisión, les encontraron armas de fuego de grueso calibre.
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