El pasado 27 de marzo circuló una noticia en la que se informó que elementos de Fuerza Civil habían abatido a cuatro integrantes del grupo delictivo Cártel Jalisco Nueva Generación en un domicilio de El Dorado, en el municipio de Zempoala, en Veracruz.
Según declararon los uniformados, se encontraban haciendo una ronda de seguridad en la colonia cuando vieron que un hombre armado huyó de ellos e ingresó a una casa en la que habían compañeros suyos, tras lo cual supuestamente comenzó una balacera que dio origen a sangrientas fotografías que circularon en redes.
Sin embargo, el día de hoy surgió una grave acusación en contra de los elementos de Fuerza Civil, pues uno de los sujetos acribillados sobrevivió y comunicó a las autoridades que todo habría sido un montaje de Fuerza Civil para justificar la ejecución.
Según cuenta Leonardo, él había acudido al domicilio porque lo habían contratado para montar un aire acondicionado y reparar otros dos equipos, pues es técnico en refrigeración. Estaba haciendo su trabajo en la azotea cuando escuchó que los policías comenzaron a romper la puerta de metal de la casa.
Luego de que escuchó que mataron a un hombre a balazos, decidió tirarse al piso para que no le hicieran daño; no obstante, los uniformados le dijeron: ‘Levántate, perro, ya te llevó tu madre’, y lo hicieron caminar hasta cierto punto de la casa con la cabeza agachada.
Leonardo afirmó desconocer a los hombres de la casa y a lo que se dedicaban. Dijo que la balacera de la que se habló en los medios nunca ocurrió, y que fueron los policías quienes los obligaron a ponerse ropa militar para después dispararles:
Me indicaron: ‘Quítate la ropa, perro’. Me quité la ropa. Posteriormente, uno dijo a otro: ‘Pásame la ropa que le vamos a poner‘. ‘Quítate los zapatos’, me los quité. Recuerdo que yo traía un pantalón y una camisa blanca de cuello cerrado con una leyenda de Beyoncé. Yo, en cueros, en ropa interior, me dijeron: ‘Ponte esta”.
Luego de obedecer a los oficiales, le cubrieron la cara con un trapo y le dieron unas botas para que se las pusiera. Segundos después, comenzó la ejecución. Escuchó gritos.
‘Me dijeron: ‘Híncate’. Me hinqué, y fue cuando recibo un proyectil en mi cabeza. Caí al piso sin perder la conciencia. Cerca de unos segundos sentí otro disparo que se alojó aquí, en mi hombro. Todavía traigo la bala y no he sido operado por lo delicada que es la operación”.
Leonardo permaneció en el suelo mientras se desangraba. Fingía haber muerto para evitar ser rematado por los policías. Los minutos pasaban y se comenzaba a atragantar con su propia sangre. Cuando todo quedó en silencio, logró levantarse y se asomó a la calle. Afuera vio a una patrulla de Fuerza Civil, por lo que decidió volver a tirarse:
No puedo levantarme en este momento; si me levanto, esta gente me va a rematar. Permanecí ahí un tiempo más. Quiero decir que fueron momentos muy difíciles que pasé. De mi cabeza salía mucha sangre y yo me estaba ahogando por lo mismo, pero dije: ‘Tengo que vivir, porque tengo que dar fe de lo que estoy viviendo ante las autoridades’”.
Más de tres horas después comenzó a sentir que se desmayaba por la pérdida de sangre. El chaleco antibalas que le habían puesto se sentía cada vez más pesado. Minutos después, llegaron agentes de la Policía Ministerial y de Servicios Periciales.
Cuando caminaron hasta donde él estaba, abrió los ojos y suplicó ayuda a los agentes. Una policía Mministerial solicitó una ambulancia que lo trasladó a un hospital, donde permaneció cinco días.
El testigo afirmó que no hubo confrontación:
Los que entraron disparando fueron ellos. Quiero aclarar que ya botado, pensando que estaba muerto, me fue colocada un arma larga que, me enteré, porque me quitaron el trapo y después pude ver que en mi mano izquierda tenía un arma. Quiero aclarar que nunca he usado un arma y desconozco cómo se utiliza”.
Leonardo buscará justicia por el hecho del que fue víctima; la Fiscalía del Estado retomó su caso como ‘testigo de una posible ejecución extrajudicial’.
0 comentarios:
Publicar un comentario