El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Zetas convirtieron a Veracruz en su campo de batalla en los últimos años; sin embargo, ambos grupos mantienen una profunda rivalidad desde el mismo origen del grupo criminal liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho.
El CJNG nació como un brazo armado del Cártel de Sinaloa, cuyos objetivos principales eran proteger a las familias de los capos, que en su mayoría residían en Jalisco, y exterminar a sus rivales, principalmente Los Zetas, por lo que inicialmente fueron conocidos como Los Matazetas.
En 2010, tras la muerte de Ignacio Nacho Coronel, quien era el único contacto directo del brazo armado con el resto del Cártel de Sinaloa, Los Matazetas se independizaron, se aliaron con Los Cuinis, una familia con un largo historial en el mundo del narcotráfico, y fundaron el CJNG.
Mientras el CJNG consolidó y expandió su imperio criminal, la organización de Los Zetas comenzó a perder poder debido a los embates del Gobierno Federal y a una fuerte división interna.
Esto fue aprovechado por los miembros del grupo liderado por El Mencho, quien llevó la guerra a tierras que eran controladas por Los Zetas; uno de estos lugares fue Veracruz.
El 20 de septiembre de 2011, el CJNG envió el primer mensaje a sus rivales tras abandonar 35 cuerpos en Boca del Río; los cadáveres correspondían a presuntos halcones de Los Zetas.
Ese mismo año la violencia se recrudeció en la entidad y rápidamente pasó de una tasa de 11.42 asesinatos por cada 100 mil habitantes a una de 18.15 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes para 2018; es decir, se incrementó en un 58.9 por ciento, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp).
Según afirman los expertos, la disputa por la plaza de Veracruz entre el CJNG y Los Zetas se debe a que la entidad es el cruce hacia el norte del país del lado del Golfo, que deriva en Nuevo Laredo, Tamaulipas, una de las zonas más codiciadas para el trasiego de droga.
De acuerdo con la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Los Zetas y el CJNG utilizan a Nuevo Laredo para trasladar estupefacientes hacia Estados Unidos.
Además, la cantidad de puertos que existen en la entidad, en particular el de Tuxpan, Coatzacoalcos y Veracruz, son la puerta de entrada a Europa.
La venta de drogas en bares y antros locales también está en disputa, pero en los últimos meses, la rivalidad de ambos grupos criminales se trasladó al robo de combustible, también conocido como huachicol.
De acuerdo con las autoridades, uno de los líderes huachicoleros más peligrosos de la entidad es Roberto de los Santos de Jesús, alias El Bukanas, comandante de la Policía municipal de Acultzingo que fue reclutado por Los Zetas y fungió como jefe de zona, donde adiestró a sicarios para matar con extrema crueldad.
Recientemente, comenzó a circular una fotografía de El Bukanas, quien presuntamente permanece oculto en la sierra de Veracruz colindante con Puebla, donde la baja del huachicol obligó a Sangre Nueva Zeta a incursionar en delitos como el secuestro, la extorsión y el saqueo de vehículos de carga.
Aunque se especula que el expolicía tiene a más de 500 hombres a su cargo, algunos medios afirman que se encuentra anímicamente débil, ya que padece una enfermedad cuyo tratamiento no ha podido seguir debido a que se encuentra huyendo de las autoridades.
Actualmente, El Bukanas, por quien el gobierno de Veracruz ofrece 5 millones de pesos, sostiene una férrea batalla con el grupo controlado por su exaliado Antonio Martínez Fuentes, alias El Toñín, principal operador del huachicol, quien mantendría nexos con el CJNG.
La rivalidad entre Los Zetas y el CJNG llamó la atención de los medios en los últimos días luego de que un grupo armado, conformado por alrededor de seis hombres encapuchados, perpetró una brutal masacre en la palapa El Potro, ubicada en en la colonia Obrera, en Minatitlán.
Según relataron los sobrevivientes, los sujetos caminaron entre los asistentes hasta que hallaron a Julio César González Reyna, alias La Beky, a quien acribillaron tras un intercambio de palabras.
Aunque algunos medios sostienen que el saldo de la balacera fue de catorce personas muertas, otros aseguran que solo fueron trece, entre ellos, un bebé que apenas había cumplido el año de edad.
De acuerdo con Jorge Winckler, titular de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) del estado, la primera línea de investigación refiere a un ajuste de cuentas entre Los Zetas y el CJNG.
Durante una entrevista para Radio Fórmula, Winkler mencionó que, en las averiguaciones, el grupo liderado por El Mencho ha salido entre los reportes de los testigos, debido a que uno de los atacantes podría ser parte del organismo delictivo.
Asimismo, se rumora que una de las víctimas mortales podría haber pertenecido a Los Zetas, pero esta versión aún no ha sido confirmada.
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