Los enfrentamientos entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel Nueva Plaza se han convertido en una epidemia de sangre que azota a la comunidad de Jalisco.
De acuerdo con El Universal, desde mediados de 2018 quedó claro que iba a ser el año más violento en la historia de Jalisco.
El CJNG, una de las organizaciones criminales más poderosas a nivel mundial, se había fracturado, y con el surgimiento del Cártel Nueva Plaza, liderado por Carlos Sánchez Martínez, alias El Cholo, la tendencia fue de seis homicidios diarios; en solo ocho meses, el número de asesinatos ascendió a mil 215.
El 10 de julio pasado se reportó uno de los casos más dramáticos en la entidad, luego de que un comando armado irrumpiera en una finca de Tlaquepaque y acribillara a una familia durante un convivio.
De acuerdo con los testigos, hombres encapuchados que portaban chalecos tácticos llegaron a la reunión y ejecutaron sin piedad a cinco mujeres y dos hombres; dos menores de edad sobrevivieron milagrosamente a la masacre.
Tres meses antes, durante una balacera entre civiles armados y agentes de la Policía Municipal que duró más de una hora, nueve personas perdieron la vida.
Según informaron medios locales, el enfrentamiento se suscitó luego de que los uniformados le marcaran el alto a una camioneta, pues fueron recibidos a tiros por hombres armados.
En una patrulla quedó el cuerpo sin vida de un uniformado y otros cinco fueron trasladados a un hospital de la zona en situación crítica, mientras que los cuerpos de ocho presuntos delincuentes quedaron dispersos en la calle.
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El 3 de diciembre pasado, alrededor de las 16:00 horas, un grupo de la Fuerza Única Regional detuvo, en La Huerta, a un presunto integrante del CJNG en una calle principal del primer cuadro de la cabecera.
Con la intención de liberar al sicario, un comando atacó a los uniformados con armas largas y granadas de fragmentación, dejando un saldo de seis policías muertos, uno herido y un presunto delincuente arrestado; sin embargo, el convoy se perdió en el camino a Autlán.
Jalisco terminó 2018 con 2 mil 446 asesinatos, es decir, 56 por ciento más que en 2017, por lo que la Organización Mundial de la Salud señaló que se trata de una epidemia de homicidios.
De acuerdo con el conteo de los analistas Lantia Consultores, en los últimos tres meses de 2018 se registraron trece masacres en la entidad: cuatro en octubre, dos en noviembre y siete en diciembre, que dejaron un total de 92 muertos.
Los hechos violentos se fueron disparando a lo largo de 2018, alcanzaron su punto más alto en el último trimestre de 2018 y mantienen una tendencia al alza en 2019.
Febrero se posicionó como el mes más violento de la historia de Jalisco, y se especula que ajustes de cuentas y reacomodos entre células delictivas pertenecientes al CJNG y Cártel Nueva Plaza estarían detrás de la mayoría de los decesos.
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