La violencia parece no cesar en Colima; según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, tan sólo en 2018 se registraron 725 homicidios.
Lo anterior significa que en promedio al día casi dos personas fueron asesinadas. El panorama en 2019 no pinta mejor, pues la semana pasada se hallaron fosas clandestinas con 19 cadáveres. La ola de violencia que azota a Colima viene de años atrás; sin embargo, se disparó debido a la pelea de organizaciones del crimen organizado por las plazas de distribución y venta de droga.
La Procuraduría General de República (PGR) confirmó en 2017 la presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y del Cártel de Sinaloa (CDS). Colima es pieza clave para el CJNG y CDS, pues el estado tiene uno de los puertos centrales de entrada y salida de droga ilegal en México; además, colinda con Jalisco y Michoacán, dos de los estados más violentos del país.
Respecto a las fosas clandestinas que recientemente fueron descubiertas, se desconoce si tienen relación con algún grupo del crimen organizado; no obstante, algunos creen que sí, pues investigaciones han expuesto que bandas como el CJNG reclutan a jóvenes, quienes terminan muertos y enterrados de forma ilegal.
El País, en su investigación El regreso del infierno mexicano: los desaparecidos que están vivos, señaló que algunos jóvenes, de los cuales no se sabe su paradero, son recluidos por el CJNG para que formen parte de ellos, pero si tratan de huir o simplemente no le sirven a la organización los asesinan.
Actualmente, Colima no forma parte de las comisiones de búsqueda de personas; no obstante, el gobernador ya hizo la solicitud.
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