En dos años, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) pasó de tener una incipiente presencia en la frontera de Tijuana, a controlar la mitad del trasiego de drogas por esta frontera, con el Cártel de Sinaloa como único rival.
Así lo indica el informe anual de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), publicado en octubre de este año y que revela cómo el CJNG, el de mayor crecimiento durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, convirtió a Tijuana en su principal entrada hacia la Unión Americana para la venta de drogas.
Aunque el corredor California-Arizona continúa bajo el dominio del Cártel de Sinaloa, según se explica en el reporte titulado “Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2017”, el CJNG tiene presencia en la primera entidad a través de las ciudades de San Ysidro y San Diego, las más próximas a Tijuana, así como Riverside, Orange County, el área de Los Ángeles y San Francisco en el norte de California.
De ahí, el CJNG salta en la Costa Oeste hasta Seattle, Washington, donde pelea una cuarta parte del mercado de venta de drogas. Mientras en Tucson, Arizona, tiene una mínima presencia, al igual que en El Paso, Texas, frontera con Ciudad Juárez, Chihuahua.
En Texas también se registra un dominio de casi la mitad del narcotráfico en San Antonio y Laredo, frontera con Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Tanto en las ciudades fronterizas de El Paso y Laredo, en el reporte anual de la DEA correspondiente a 2015, el CJNG no tenía siquiera presencia, mientras que en Tijuana llegaba a un 25 por ciento.
Incluso, en el informe anual de 2016, las áreas de influencia del CJNG en la frontera se redujeron al Condado del Valle Imperial, colindante con Mexicali.
El crecimiento de un cártel
La DEA delinea seis principales cárteles mexicanos: Cártel Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación, Cártel de Juárez, Cártel del Golfo, Los Zetas y Cártel de los Beltrán Leyva, “cada una de estas organizaciones mantiene células de distribución de drogas en ciudades designadas a lo largo de Estados Unidos que se reportan directamente con los líderes de los cárteles en México o por medio de intermediarios”.
En cuanto a Los Caballeros Templarios, cuyo líder, Servando Gómez Martínez “La Tuta” fue detenido en México en 2015, la DEA considera que “no tienen un impacto importante en el escenario del narcotráfico dentro de Estados Unidos”.
El CJNG apareció en la mira de las autoridades estadounidenses por primera vez en 2014, un año antes de que su existencia fuera aceptada por el gobierno mexicano. “El CJNG es la organización más reciente de las seis, pero es una de las más poderosas y con crecimiento más rápido en México y Estados Unidos”.
En 2016, la DEA abrió 26 investigaciones -que continúan activas- ligadas a los principales líderes del CJNG, mientras que el número aumentó a 46 en lo que va de 2017.
La agencia estadounidense insiste en este informe de la rápida expansión de este cártel que se separó del de Sinaloa en julio de 2010, gracias a “su voluntad de involucrarse en confrontaciones violentas tanto con fuerzas de seguridad como con rivales”.
“Como el Cártel de Sinaloa, CJNG es una organización que trafica múltiples drogas con grandes cantidades de metanfetamina, principalmente, pero también cocaína, heroína y marihuana”.
Los principales puntos de esta organización para la distribución de drogas están ubicados en Los Ángeles, California; Nueva York, Nueva York; y Atlanta, Georgia.
“Miembros del CJNG exportan grandes cantidades de metanfetaminas hacia California desde Guadalajara, Jalisco, a través de puntos de cruce en Tijuana con destino a centros de distribución en Los Ángeles y San José, California”, apunta el informe.
La DEA identifica a tres líderes de esta organización: Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, Abigael González Valencia “El Cuini”, quien es el único detenido, así como Jorge Luis Mendoza Cárdenas “La Garra”.
Desde 2015, el gobierno estadounidense ha designado a decenas de personas y negocios como parte de la red de lavado de dinero para el CJNG, entre las figuras más recientes están el cantante mexicano Julión Álvarez y el futbolista Rafael Márquez, como parte de sus intentos por desarticular sus redes financieras.
La violencia desbordada en Tijuana
A nivel local, Juan José Pérez Vargas “El JP” o “El Piolín” ha sido identificado como el principal líder del CJNG en Baja California. Después de que en internet circularon versiones falsas de su muerte, fue detenido el 19 de septiembre en Guadalajara, Jalisco.
Junto con otros dos hombres originarios de Tijuana, se le aprehendió por portación de arma de fuego, así como dosis de drogas y dinero en efectivo.
Pese a ser uno de los principales objetivos identificados por las corporaciones de seguridad pública, “El Piolín” no cuenta con orden de aprehensión en Baja California.
La llegada del CJNG a Tijuana trajo consigo las cifras más altas de homicidios en la historia de la ciudad, superando incluso los asesinatos cometidos cuando el Cártel de Sinaloa y el Cártel Arellano Félix (CAF) disputaban el control de la entidad antes de 2010.
Su presencia fue detectada por primera vez en 2014, cuando algunos de sus miembros llegaron para traficar armas y drogas con un perfil bajo. Un año después, a través de narcomantas con cadáveres, comenzó a crecer su presencia y hasta 2016 fue reconocido por el gobierno de Baja California.
Las autoridades atribuyen a la disputa de este cártel, aliado con lo que quedaba del CAF contra el Cártel de Sinaloa, los más de 3 mil 800 homicidios dolosos cometidos desde 2015.
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