La "Mafia no perdona" las traiciones de " El Yeyo" López Falcón un capo Tamulipeco que jalaba con El Mayo Zambada y Arturo Beltran cazado por Osiel Cárdenas Gullén
Edelio López Falcón "El Yeyo" era un personaje que empezó sus negocios con una tienda de bugambilias y que su nombre saltó a la fama cuando le dio la espalda a sus antiguos socios tamaulipecos y empezó a traficar drogas para narcotraficantes sinaloenses.
Nacido en Miguel Alemán, Tamaulipas, en 1965, López Falcón se vinculó al menos desde el 2000 con Marco Arturo Beltrán Leyva "El Barbas", operador del Cártel de Juárez en Nuevo León y socio directo de Ismael "El Mayo" Zambada e Ignacio Coronel, según informes de la Procuraduría General de la República.
Desde entonces, fue blanco del Ejército, la PGR y Osiel Cárdenas Guillén, entonces líder del Cártel del Golfo, pero de todos los operativos y atentados logró escapar hasta que en Mayo de 2003 un par de sujetos lo ejecutaron en Guadalajara, ciudad que visitó para vender un caballo.
Amante de la música ranchera, este sujeto usaba los nombres de "Gilberto Salinas" y "Edelio Flores" para desenvolverse en el ámbito legal como un empresario dedicado a la promoción de espectáculos, los restaurantes y el ganado equino, de allí también su otro alias de "El señor de los caballos".
"El Yeyo", de acuerdo con funcionarios consultados, no era un traficante violento. Tampoco tenía orden de aprehensión, al menos por lo que toca a las investigaciones de la entonces Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada.
En 1999, de acuerdo con un oficial del Ejército, López Falcón atendía su tienda de bugambilias en Miguel Alemán, pasaba algunas temporadas en Texas y trataba de mantener un perfil bajo, aunque ya estaba plenamente identificado por la Secretaría de la Defensa Nacional.
Hasta ese momento, conformaba una alianza con la familia de Gilberto García Mena "El June", Fidel Hinojosa "El Choco", Ricardo Garza Manríquez, director de Seguridad Pública de Miguel Alemán, y Zeferino Peña Cuéllar "Don Zefe", entonces director de la Policía Municipal y hoy buscado por las autoridades.
Informes de la PGR y del Ejército coinciden en que "El Yeyo" empezó a tener diferencias irreconciliables con "El June" en el momento en que buscó alianzas con traficantes de algunos municipios de la frontera de Tamaulipas que ya trabajaban con capos de Sinaloa. Uno de ellos era Rolando López Salinas "El Rolis". Este sujeto sufrió un atentado el 22 de septiembre del 2000 en Miguel Alemán, del cual salió herido su chofer Héctor Arias. Dicha agresión se le atribuyó a "El June".
Apenas unos días después, el 27 de septiembre, un grupo de 6 sicarios fue capturado en medio de una balacera en Ciudad Camargo, gracias a una denuncia "anónima" que recibió la Policía Ministerial. La sorpresa fue que los pistoleros eran de Culiacán y Guamúchil, y que admitieron estar contratados por "El Rolis".
Otro de los aliados de "El Yeyo" fue el extinto Dionisio Román García "El Chacho", un ex agente de la Policía de Tamaulipas que las autoridades relacionaron con el Cártel de los Carrillo Fuentes.
"El Chacho", que controlaba el tráfico de drogas en Nuevo Laredo, fue "levantado" por un comando armado el 13 de mayo del 2002 en su domicilio en Monterrey y su cuerpo apareció en el poblado tamaulipeco de Nuevo Progreso.
López Falcón saltó a la prensa nacional el 13 de mayo del 2001 cuando logró salir ileso de un atentado en la Expo de Monterrey, en un palenque donde cantaba Vicente Fernández. Se dijo entonces que el ataque lo ordenó "El June", porque su rival dio la información para que lo capturara.
Esa versión ayer fue desechada por un funcionario, quien dijo que en realidad el atentado fue obra del grupo de sicarios "Los Zetas", al servicio de Osiel Cárdenas, debido a que "El Yeyo" era el rival más fuerte de la zona, respaldado por el Cártel de Juárez.
Todos los socios de "El Yeyo", y él mismo, fueron atacados por el grupo de Osiel Cárdenas, pero también todos sus agresores -e incluso los agentes y militares que lo investigaban- cayeron antes que él.
Ejecutados o encarcelados.
"El June" terminó en La Palma. El sicario que encabezó el atentado en Monterrey, Arturo Guzmán Decena "El Z-1", murió en una balacera el 21 de noviembre del 2002; Héctor Robles Duarte "El Cuñado", otro de los pistoleros que intentó matarle, terminó en el Reclusorio Norte.
Mario Roldán Quirino, el funcionario de la FEADS que tenía una línea de investigación contra "El Yeyo", fue ejecutado el 21 de febrero del 2002. Incluso, el General Ricardo Martínez Perea y dos de sus oficiales, quienes persiguieron a López Falcón, fueron sentenciados a 15 años de cárcel,Martinez Perea ya esta en libertad.
Uno de estos oficiales, el teniente de Caballería Javier Antonio Quevedo Guerrero, dijo ante la Procuraduría Militar que "El Yeyo" lo amenazó de muerte "porque ya le había tumbado muchos paquetes".
Una de las últimas ocasiones en que se le vio públicamente al tamaulipeco, fue el 22 de junio del 2000, en la inauguración del Misión Grill Restaurante, cerca de Monterrey.
Funcionarios consultados dijeron que la presencia de "El Yeyo" se debió a que era novio de María Eugenia Garza Díaz, hija de los propietarios del restaurante. La última foto de López Falcón también se tomó en un restaurante en Guadalajara.
A Eudelio López Falcón, conocido como El Yeyo, se le acabó la suerte: le tocó ser uno más de la larga serie de ajustes de cuenta entre los que han intentado convertirse en los sucesores de Juan García Abrego en lo que alguna vez se denominó el cártel del Golfo. Al Yeyo lo asesinaron en un restaurante de Guadalajara el martes y, rápidamente se especuló que su muerte había sido ordenada por la gente de Osiel Cárdenas.
Puede ser, sobre todo tomando en cuenta la violencia de la que siempre ha hecho gala el ahora huésped del penal de La Palma, y la forma en que se han deshecho de amigos y enemigos los principales personajes del narcotráfico en Tamaulipas y Nuevo León. Después de la caída de Juan García Abrego, distintos grupos crecieron en la zona y dos de ellos se hicieron los más importantes: el de Salvador Chava Gómez y el de Osiel Cárdenas, con el centro de sus operaciones en Matamoros. Otros grupos menores tenían fuerte influencia en Nuevo Laredo (como Los Texas o Los Chachos) y en Reynosa. Pero el desafío para esas organizaciones era definir quién se quedaría con el control del Golfo, como alguna vez lo había tenido Juan García Abrego. Detenido éste y extraditado a Estados Unidos, quien ocupó buena parte de la zona del golfo fue el cártel de Juárez, sobre todo apoyándose en el grupo que controlaba Cancún y, con él, la península de Yucatán, grupo del que participaba el ex gobernador Mario Villanueva.
Pero casi al mismo tiempo que Villanueva tenía que emprender la huida que terminaría con su detención, en la ciudad de México, los dos principales operadores de lo que quedaba del cártel del Golfo, Chava Gómez y Osiel Cárdenas, lograban fugarse, luego de sobornar a sus guardias de una casa de seguridad en la que estaban detenidos en la ciudad de México. Regresaron a Tamaulipas y se ahondaron las diferencias entre ambos (algunas fuentes aseguran que el enfrentamiento fue por los amores de una dama, en realidad porque Osiel pensaba en realinearse con la gente de Juárez que tenía cada vez más peso en la zona del Golfo y en el propio estado) y, finalmente, Chava Gómez apareció asesinado en Matamoros dentro de su camioneta: ya nadie discutiría la presencia de Cárdenas en la zona, menos aún porque el nuevo capo comenzó una larga serie de ajustes de cuentas que le valieron el mote del mata amigos.
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