Durango. El pasado domingo 19 de noviembre el cuerpo de Sara Cindy Lozano Castañeda de 22 años de edad fue encontrado con los pechos descubiertos y el rostro desfigurado a golpes, abandonado dentro de un pequeño pozo, en un terreno baldío de la colonia Valle del Guadiana de Gómez Palacio en Durango.
Una hora más tarde Eduardo, su expareja sentimental se presentó en las instalaciones del Ministerio Público, con sus ropas manchadas de sangre y declaró que había matado a su exmujer porque no quería tener intimidad con él.
"Sara no quería estar conmigo por eso me subí sobre ella para quitarle la ropa y como manoteaba, agarré una piedra que estaba a la mano para pegarle en la cabeza y así poder penetrarla, pero como se movía mucho, otra vez le pegué con la piedra, y de repente ya no se movió, por eso me fui y la dejé allí", dijo en su declaración ante el Ministerio Público.
Los hechos ocurrieron cuando Sara fue a casa de unas amistades suyas para ingerir bebidas alcohólicas y después a la casa de su compadre, localizada a unas viviendas de donde se encontraba, en donde se encontró a su expareja Eduardo con quien discutió y este terminó por golpearla hasta desmayarla.
Posteriormente intentó tomarla por la fuerza y al ver que se oponía tomó una piedra que se encontraba en el área para golpearla en la cabeza y así desnudarla y penetrarla. La golpeó dos veces y así la mató.
Sara y Eduardo tuvieron dos hijos menores de edad durante los cinco años que duró su relación.
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