En su edición de este lunes, el semanario Ríodocedenunció que los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán intimidaron semanas antes a Javier Valdéz Cárdenas.
Ismael Bojórquez, director editorial, reveló en su columna que tras publicar una entrevista con Dámaso López "El Licenciado", recibieron hostigamiento por parte de Iván Archivaldo y José Alfredo.
"Los hijos del Chapo se enteraron que habíamos entrevistado a Dámaso y presionaron a Javier para que el trabajo no se publicara. Pero les negamos la petición. Luego le hablaron porque querían comprar toda la edición, pero tampoco se les concedió. Y entonces optaron por seguir —en Culiacán y Mazatlán— al personal que entrega los ejemplares en las tiendas y en cuanto los dejaban contra recibo, ellos los compraban. Eso fue el 19 de febrero. No usaron la violencia, pero sí la intimidación".
El director de Ríodoce describió que la entrevista a "El Licenciado" se dio después de que "Los Chapitos" enviaran una carta al periodista Ciro Gómez Leyva, por lo que él quiso también dar a conocer su postura en medios de comunicación.
Dámaso López buscó a Ríodoce, en específico al periodista Javier Valdez, a quien le concedió una entrevista vía mensajes de texto.
"Los hijos del Chapo enviaron una carta a Ciro Gómez Leyva y por esos mismos días Dámaso López Núñez busca espacio en dos impresos de Sinaloa, Ríodoce y La Pared, a quienes concedió entrevista vía mensajes telefónicos, donde se deslinda del ataque que los Chapitos le atribuyeron. La entrevista la hizo Javier, pues a él lo habían buscado", señala.
El texto que se publicó refiere que fue un "enviado" de Dámaso quien dio la entrevista, y el mensaje iba en sentido de que no habían roto relación con los hijos del Chapo y que eran ellos quienes provocaban al "Licenciado".
En la columna de este lunes, Bojórquez acepta que se equivocaron y lamenta que Ríodoce se involucrara en una guerra que no les correspondía, en un conflicto que no era suyo y que provocarían a una de las partes. Temieron por su seguridad.
El director de Ríodoce menciona que después de las amenazas y hostigamiento al publicar la entrevista, decidieron con Javier de que tomara unos días y saliera del país o de Sinaloa, hasta que se calmara la situación.
"Acordamos que debería irse un tiempo de la ciudad. Él mismo planteó el asunto con organismos internacionales que le propusieron enviarlo un tiempo fuera del país, pero le costaba trabajo separarse de la familia. Ríodoce tenía pendientes reportajes en otras entidades y le propusimos que fuera él a reportearlos para que descansara de esta ciudad de mierda. Pero la falta de recursos y la desidia nos ganaron. La Jornada, luego del asesinato de MiroslavaBreach en Chihuahua, le propuso algo semejante pero tampoco se concretó. Con los días, las cosas parecían haberse calmado. La detención de Dámaso López Núñez cargaría los dados hacia un lado y era de sentido común esperar una paxnarca. Lo comentamos el mismo lunes por la mañana antes de que lo mataran. Pero estábamos equivocados. Como nos equivocamos también al entrevistar a Dámaso, porque de esa forma nos metimos a una guerra mediática que no era nuestra, provocando el disgusto —sin que fuera nuestra intención—de la otra parte. Por eso el decomiso de los ejemplares del domingo 19".
El periodista describió el contexto actual de Sinaloa, en el que desde la rehaprensión de El Chapo en Los Mochis en enero de 2016 la violencia repuntó. "Las disputas entre sus hijos y Dámaso López Núñez por el control de la organización, trajeron como consecuencia una nueva etapa de violencia en Sinaloa. Pequeños enfrentamientos, ejecutados por acá y por allá, reuniones de conciliación convocadas por el Mayo Zambada. Esto en 2016. Hasta que ocurrieron las incursiones de gentearmada a Villa Juárez, Navolato, en febrero de 2017 y a los cuales les siguió una guerra mediática".
Javier no se fue del estado y para el personal de Ríodoce las cosas continuaron con normalidad hasta el pasado lunes 15 de mayo, cuando fue asesinado con 12 balazos.
0 comentarios:
Publicar un comentario