Identificado por autoridades de México y Estados Unidos como cabecilla del tráfico de drogas entre Tijuana y San Diego, Octavio Leal “El Chapito” ha sido detenido en tres ocasiones, la última por homicidio, del que se declaró inocente, y en el cual el Ministerio Público no tiene ni señalamiento directo, ni testigos A Octavio Leal Hernández “El Chapito”.
“El Lucas” o “El Chapo”, identificado por autoridades del Grupo Coordinación desde 2012 como lugarteniente en células del crimen organizado que operan en Baja California, lo recapturaron por el delito de posesión de armas el viernes 10 de marzo de 2017, recuperó la libertad el lunes 13 del mismo mes, y minutos después lo reaprehendió el Ministerio Público del Fuero Común por robo de vehículo y homicidio.
El domingo 19 de marzo alrededor del mediodía, cuando venza el término de la extensión solicitada por sus abogados, encabezados por el licenciado Bernabé Diego Meléndrez Márquez, en el caso de homicidio, es muy probable que recupere su libertad sin cargos. Esta posibilidad fue explicada desde la Procuraduría General de Justicia del Estado de Baja California, bajo dos premisas:
Los detenidos en el homicidio que se le imputa no lo señalaron directamente de ordenar la muerte. El principal testigo en su contra en dicho expediente está muerto. Al final dependerá del criterio de la juez Fanny Martínez Reyes, si considera que los elementos existentes y de los que incluso la fiscalía desconfía, son o no suficientes.
Colocado en el organigrama delictivo por autoridades de México y Estados Unidos como jefe de célula criminal- primero con el Cártel Arellano Félix, después con el Cártel de Sinaloa y luego como independiente-, el nombre y el apodo del “Chapito” Leal Hernández salió a relucir en investigaciones de ambos lados de la frontera. Por eso el 26 de abril de 2012 fue detenido por elementos del Ejército, pero con información proporcionada por autoridades antidrogas norteamericanas.
Sin embargo, tres años después, el 17 de abril de 2015, un juez federal lo declaró inocente de todos los cargos por falta de elementos, y recobró su libertad por orden judicial. En aquel momento se había detonado una nueva ola de homicidios que el Consejo Estatal de Seguridad atribuyó al regreso de Leal a Baja California, y después aseguraron, abandonó la entidad.
LA RECAPTURA DE LA PEP
Elementos del grupo coordinado de seguridad detectaron la presencia de Octavio Leal en Tijuana desde hacía aproximadamente tres meses, pero no pudieron ubicarlo rápidamente aunque estuvieron enterados de sus transacciones, sus contactos con familiares, mujeres y otros sujetos. “Se presume inocente, mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial. Art. 13, CNPP” “Se movía mucho”, explicaron, “no dormía en un solo lugar, se trasladaba entre el fraccionamiento Agua Caliente, las inmediaciones de la calle Benton y la colonia Cacho”. Con una orden de orden de aprehensión vigente desde 2010, en las últimas semanas lo estuvieron buscando como “objetivo prioritario”, sin éxito. Recibían información aislada y tardía.
La información contenida en el Informe Policiaco Homologado (IPH), indica que mientras elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) realizaban patrullaje en la colonia Cacho, fueron interceptado sobre la calle Colombia por una mujer de 35 años, de estatura y peso promedio, que se negó a firmar su denuncia, pero les informó que en la misma vialidad acababa de ver a un pick-up gris, les proporcionó el número de placas y aseguró que dentro del carro vio a cuatro hombres armados.
Los uniformados intervinieron el auto descrito; lo encontraron en la Avenida Colima esquina con Colombia, dentro estaba Octavio Leal, acompañado de Carlos Jiménez, Alberto Hernández y Guillermo Santillán, ex policía comercial de Tijuana, a cada uno de estos hombres le encontraron un arma corta en el cuerpo, y en la parte media del auto, a la vista, dos fusiles. Datos extraoficiales indican que tras realizar el operativo, los agentes de la PEP se dieron cuenta que dos hombres en dos vehículos más se acercaban peligrosamente, asumieron que para proteger a Leal, y para evitar una balacera en lugar público, también fueron intervenidos.
El sábado 11 de marzo, a través de un comunicado, la Secretaría de Seguridad Pública informó: “Tras varias horas de trabajo y una extensa investigación, la Policía Estatal Preventiva (PEP) y el Ejército Mexicano, capturaron a Octavio ‘N’, alias ‘El Chapito Leal’, junto a 6 individuos más, quienes al parecer conformaban un grupo del crimen organizado posiblemente responsable de actos de violencia en Tijuana, además de delitos de narcotráfico. “Los detenidos -El Chapito y tres sujetos a quienes no les encontraron antecedentes delictivos- pretendían abordar un pick up Nissan Frontier donde se encontraron cuatro armas de fuego cortas, dos armas tipo fusil semiautomático, cargadores y cartuchos de diversos calibres”. Posterior al operativo, reportaron la detención de otros tres hombres en la colonia Las Brisas. “Dichas personas fueron capturadas en un vehículo cuando transportaban 5 armas largas, 1 sub ametralladora, cargadores, cartuchos, más de 2 kilos 800 gramos de marihuana y 1 kilo 300 gramos de ice”, resume el escrito. SEGUNDA LIBERTAD Y TERCERA APREHENSIÓN Una vez presentados ante la Procuraduría General de la República (PGR), el Ministerio Público federal formuló cargos contra Leal y sus tres compañeros por posesión de armas de uso exclusivo del Ejército.
A través del IPH de la Policía Estatal Preventiva habían sido informados que al correr el nombre de Leal en la base de datos nacional, había resultado con dos órdenes de aprehensión pendientes en el fuero común de Baja California, por lo cual decidieron notificar a la PGJE.
De hecho el Ministerio Público federal pudo liberarlo y seguir el proceso, pero decidieron presentarlo el lunes 13 de marzo, para que fuera el juez de acuerdo a los criterios de oportunidad y las reformas al Código Nacional de Procedimientos Penales que no indica como obligatoria la cárcel para este tipo de delitos, quien lo vinculara a proceso y lo liberara, a condición que acuda a firmar periódicamente por el tiempo que se extienda el juicio. “El Chapito” y sus acompañantes fueron dewtenidos en la avenida Colima esquina con calle Colombia en la colonia Cacho En el caso de Leal no aplica la reincidencia, pese a que en 2012 fue detenido en posesión de dos fusiles, dos pistolas, 12 cargadores y 243 cartuchos; al final fue exonerado de todos los cargos. Fue el mismo lunes cuando la PGJE dio cuenta de la recaptura, por las órdenes de aprehensión pendientes en el Estado. Ambos expedientes pertenecen al viejo sistema penal. Son dos averiguaciones abiertas, una por robo de vehículo, que fue la primera en atenderse y notificarse, Leal fue presentado ante el juez de manera inmediata y decidió reservarse.
ACUSADO DE HOMICIDIO DE “EL CHENTE”
La segunda averiguación se notificó hasta la mañana del martes 14 de marzo, fecha en la cual “El Chapito” se presentó ante la juez del décimo penal local, Fanny Martínez Reyes, Leal aseguró desconocer el tema y la muerte de la que se le habló; respecto al Ministerio Público, su abogado solo espera el vencimiento del término -mediodía del domingo 19 de marzo- para que les notifiquen lo conducente.
La acusación de homicidio contra Leal está consignada en el expediente 24/2011, fue el 18 noviembre de 2011 cuando tres hombres presentados como sus empleados y cómplices criminales, fueron detenidos y responsabilizados de por lo menos ocho asesinatos: de un sujeto desconocido el 4 de septiembre de 2010 en la colonia Amparo Sánchez; Teresa Bojórquez el 27 de octubre de 2010 en la colonia Arboledas; dos hombres el 1 de noviembre de 2010 en Terrazas del Valle; Alberto Rojas el 13 de noviembre de 2010, también en Arboledas; Alejandro Rivera el 9 de noviembre de 2010 en la colonia Santos; además de Ángel Santiesteban Flores, a quien intentaban colgar del puente de Valle Bonito en el Corredor 2000, pero como se resistió, le dispararon.
El único homicidio por el que se ejecutó orden de aprehensión a Octavio Leal, fue el de Vicente Pérez de la Cruz alias “El Chente” -averiguación previa 543/10/201-, cometido el martes 16 de noviembre de 2010, cuyo cuerpo fue localizado en un lote de la calle Ignacio Allende de la colonia División del Norte. Le dispararon con una pistola calibre .380 y murió en el Hospital General.
Los presuntos empleados delictivos de Leal detenidos ese 18 de noviembre fueron: Juan Carlos Zúñiga Mújica, Juan Carlos Ojeda Magdaleno y Juan Gerardo Rodríguez Hernández, alias Juan Macías Huerta, Juan Cubillo Madrigal “El Gory”. Los dos últimos confesaron que pertenecían a una célula dedicada “al ajuste de cuentas secuestros y homicidios”, en la cual también estaba incorporado Ernesto Villalobos Estrada “El Güero Trompas”, que ellos recibían órdenes de José Danilo Amador Higuera, alias Rodolfo Amador Higuera “El Danilo” y de Ernesto Morales Torres “El Malverde”, pero el jefe de todos era “El Chapito” Leal. De “El Chente” dijeron lo asesinaron porque “… vendía droga para otro grupo del Cártel Arellano Félix y él había trabajado para Sinaloa, pero volteó bandera”.
Explicaron que recibían órdenes del “Chapito Leal y que los jefes de éste se encontraban en Sinaloa. Según la declaración, “El Chapito” tiene de jefe de sicarios “al ‘Danilo’, quien es quien nos entrega las armas y nos dice quién va a ser la víctima, nos proporciona las armas y nos lleva ‘El Gory’ y ‘El Pelón’ a que ejecutemos a la gente y luego nos sacan del lugar. “Asimismo, sabemos que hay más gente que se encarga de puntear y avisar que no venga la Policía y otros que cuidan a la gente que levantamos en las oficinas. Pero esas son otras células que reciben órdenes del ‘Chapito’, nuestro jefe. Nosotros nomás somos la célula encargada de ajustar gente, chapulines, matar y levantar. Lo demás lo hacen otros.
Y por eso nos pagan 3 mil pesos a la semana”. Después hablaron de homicidios en el Bulevar 2000, en la colonia Las Huertas, la Buenos Aires y Arboledas, “todos eran chapulines” (que van de un cártel a otro), justificaron. El martes 14 de marzo de 2017, la juez del décimo penal fue informada de los cargos, y que en el expediente 24/2011 que dio origen a la orden de aprehensión contra Leal, el principal testigo, Juan Gerardo Rodríguez Hernández, alias Juan Macías Huerta y/o Juan Cubillo Madrigal “El Gory”, estaba muerto. Los operativos de seguimiento se hicieron en otras zonas incluidas Las Brisas Que al ser detenido otro de los presuntos cabecillas del grupo de Amador Higuera “El Danilo”, se reservó y negó los hechos. Que a pesar que los detenidos señalaron a Leal Hernández como jefe máximo del grupo, ninguno declaró haber recibido de él la orden de matar a “El Chente”, de hecho dicen que la orden la dio “El Malverde”. Cuando supo los señalamientos en su contra y quiénes lo acusaban, Octavio Leal Hernández dijo desconocer los hechos que se le imputaban, que nunca había participado en ningún acto criminal, que él trabaja horadamente y no tiene apodos, además, designó a Bernabé Diego Meléndrez Márquez como su abogado.
ANTECEDENTES: LA PRIMERA DETENCIÓN DEL EJÉRCITO
El 26 de abril de 2012, “El Chapito” fue detenido por elementos militares en una casa de la Avenida Clavel, Privada de las Fuentes del fraccionamiento Agua Caliente, estaba solo y en su auto encontraron 181 kilos de marihuana en varios paquetes, dos fusiles calibre 7.62 por 39; dos pistolas Colt, una calibre 10 milímetros y otra 38 súper; además de 243 cartuchos y 12 cargadores. Se supo que le pidieron u ofreció dinero por ser liberado y su cuñado, Luis Contreras, llegó con 29 mil dólares para pagar por la libertad de Leal; también fue detenido. De sus dichos en la primera entrevista cuando estuvo detenido, informó que ya no estaba vinculado el Cártel Arellano Félix ni a la célula criminal de los Sillas Piña y Sillas Rocha, con quienes estuvo en 2010 por protección, “porque se había enemistado con Alfonso Arzate ‘El Aquiles’ por un tema de faldas”.
También dijo temía por su vida en relación al hermano del “Aquiles”, René Arzate “La Rana”. Que movía droga, compraba a un sujeto llamado Francisco y la cruzaba a Estados Unidos con apoyo de otro hombre al que identificó solo como “El Charly”. En aquel momento, la PGJE reportó que Leal tenía orden de aprehensión por el asesinato de Kevin Alejandro Lara Tamayo, sucedido el 24 de agosto de 2006 y consignado en la averiguación previa 560/06/20F/AP, de la que no se supo más.
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