CIUDAD DE MÉXICO.- Ezequiel Cárdenas Guillén Tony Tormenta, líder del cártel del Golfo abatido el viernes, creó su propio grupo de pistoleros, que le permitió escapar dos veces a operativos que la Marina había montado contra él.
Según la PGR y la Armada, ese grupo, al que Tony Tormenta bautizó como Los Escorpiones, fue creado como su guardia personal. No obstante, a principios de este año, tras el rompimiento entre el cártel del Golfo y Los Zetas (que hasta entonces sólo eran el brazo armado del cártel), Los Escorpiones se convirtieron en el "ejército" de toda la mafia del Golfo.
Esta banda, que contaba con fornituras que la identificaban, armó el viernes en Matamoros un operativo con francotiradores, narcobloqueos, ataques de distracción, granadas y lanzacohetes para, por tercera ocasión, intentar romper el cerco que 660 marinos estrechaban contra el capo tras más de seis meses de labores de inteligencia.
No lo lograron, pero el sitio quedó como zona de guerra. En la refriega se detuvo a dos gatilleros: Marco Antonio Cortés Rodríguez Escorpión 37 y Josué González Rodríguez Escorpión 43.
Los Escorpiones fueron conformados a imagen de Los Zetas, y lo integran ex policías estatales, municipales y judiciales.
Los Escorpiones fueron creados para combatir a los Zetas
La Secretaría de Marina (Semar) identificó que el cártel del Golfo creó un grupo de protección denominado Los Escorpiones, cuya estructura operativa es similar a la de sus ex socios y brazo armado Los Zetas.
Esta nueva organización armada es la que ha combatido a Los Zetas, de acuerdo con reportes federales.
La Armada de México informó que tras un seguimiento de más de seis meses, a través de labores de inteligencia, obtuvo el lugar donde se escondía Ezequiel Cárdenas Guillen Tony Tormenta, jefe del cártel del Golfo, y también pudo establecer que la guardia personal del capo y sus sicarios son denominados escorpiones.
Nuevo grupo divide a cúpula
La Procuraduría General de la República (PGR) documentó asimismo, a través del Centro Nacional de Planeación Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi) -a finales de 2007-, que desde el año 2002 Tony Tormenta creó ese grupo de sicarios (paralelos a Los Zetas) integrado por ex miembros de corporaciones policiacas estatales, municipales y judiciales.
Sin embargo, se registró que dicha formación de gatilleros causó una separación entre Osiel -recluido en una prisón estadunidense- con su hermano Ezequiel, por lo que en 2002 Tony Tormenta continuó su operación con ese "grupo especial", el cual se hizo notar por su violencia al ser uno de los primeros que comenzaron con decapitaciones de rivales.
El coordinador de Comunicación Social de la Semar, José Luis Vergara, informó que, a través de operativos implementados en Matamoros, Tamaulipas, como uno llevado a cabo el 7 de abril pasado, y tras la detención de miembros de esa organización criminal, se conoció el nombre de las nuevas células armadas.
La Marina indicó que Los Escorpiones fueron los responsables de que en varias ocasiones Ezequiel Cárdenas Guillén evadiera los operativos castrenses en, por lo menos, dos ocasiones.
Identificaron que el 5 de noviembre pasado, cuando fue abatido el capo, Los Escorpiones establecieron un operativo terrestre y con francotiradores para tratar de romper el cerco de más de 600 marinos y rescatar a su líder.
De acuerdo con Vergara, el 14 de septiembre, personal de Infantería de Marina se encontraba desplegado en los alrededores de una casa de seguridad, donde se conocía que habitaba Cárdenas Guillén; no obstante, la dependencia federal indicó que al lugar llegaron los refuerzos del cártel y atacaron con granadas y armas largas al personal naval, lo que permitió que el capo escapara a bordo de un vehículo blindado. En esa ocasión el saldo fue de dos marinos muertos.
En otro hecho, el primero de noviembre , el grupo de Tony Tormenta también operó en su favor: la Marina reveló que identificaron que el narcotraficante ocupaba un inmueble en la calle Canal de la Colonia Expo Fiesta, pero también logró escapar con su guardia personal.
En el operativo en que infantes de Marina abatieron al líder del cártel del Golfo (CDG) Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, Tony Tormenta –que duró varias horas en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas–, fueron detonadas más de 300 granadas, revelaron fuentes oficiales, las cuales añadieron que cuando el capo se dio cuenta de que estaba rodeado solicitó el apoyo de sus subalternos, que se encontraban en Reynosa.
Trascendió que más de 80 camionetas con hombres armados enfilaron hacia Matamoros; sin embargo, cuando se enteraron de la muerte de su líder, optaron por dispersarse.
En tanto, la Armada de México informó que durante los seis meses en que le siguió la pista a Cárdenas Guillén, éste consiguió huir de los marinos en dos ocasiones, y sostuvieron diversos enfrentamientos con sicarios y sus guardias personales, a quienes denominaba Los Escorpiones.
Esta captura le costó la vida a cinco elementos de la Secretaría de Marina, desde las primeras investigaciones que empezaron el 31 de marzo pasado hasta la muerte del líder del CDG.
Durante ese tiempo, los marinos realizaron un intenso trabajo de inteligencia, explotación de información y diversas acciones operativas, que se complementaron con los testimonios de los sicarios detenidos y los datos obtenidos de las computadoras que fueron incautadas a los integrantes del CDG durante los meses recientes, afirmó el contralmirante de la Armada de México José Luis Vergara Ibarra, vocero de la Secretaría de Marina.
Al dar detalles ayer sobre el seguimiento que le dieron a Cárdenas Guillén hasta el momento en que fue ubicado, lo que derivó en el enfrentamiento en que éste perdió la vida el pasado viernes, Vergara indicó que los cuerpos de elite de la Marina detuvieron a 47 integrantes del CDG y decomisaron dos lanzacohetes, un cohete RPG, 257 granadas de mano, más de 111 mil cartuchos de diferentes calibres, mil 518 cargadores, 558 mil pesos y 393 mil 343 dólares.
En conferencia de prensa –en la que no se admitieron preguntas– se mostró un video del lugar en el que murieron Tony Tormenta y cuatro elementos de Los Escorpiones.
El contralmirante Vergara señaló que la desarticulación al más alto nivel de las organizaciones criminales, si bien provoca inestabilidad temporal en las mismas, es un paso indispensable para limitar y contener su capacidad de daño a la seguridad de la población.
Mermar la capacidad de dichas organizaciones para acumular ganancias derivadas de sus negocios ilícitos destruye su fortaleza operativa para traficar armas, drogas, personas y dinero ilícito, y es un proceso que pulveriza las organizaciones criminales haciéndolas sistemáticamente más débiles y, por tanto, restaura la capacidad del Estado para combatir sus crímenes y proteger a la población, sostuvo.
Respecto del operativo del pasado viernes, Vergara comentó que, después de dos enfrentamientos que ocurrieron ese día en Matamoros, comenzaron a circular los rumores de que Cárdenas Guillén había participado en esos hechos.
Con la intención de localizarlo y detenerlo se activaron todos los órganos de búsqueda de información de la Armada de México en esa ciudad, así como de todos los medios de intercepción y monitoreo de comunicaciones disponibles.
Añadió que a las 14:50 horas se ubicó al delincuente en la calle de Abasolo, colonia Centro. En el lugar se desplegaron 660 infantes de Marina, tres helicópteros y 17 vehículos.
Al llegar al lugar, los marinos fueron agredidos con armas de fuego de grueso calibre y granadas. El tiroteo duró más de tres horas, y miembros de la delincuencia organizada pretendieron rescatar a su líder, pero los vehículos en los que se transportaban no pudieron romper el círculo perimetral de los marinos.
Agregó que en la refriega participaron también francotiradores, quienes desde la azotea disparaban a los elementos de la Armada.
Vergara dio a conocer que los cuatro elementos de la escolta del jefe del cártel que murieron en el lugar son: Sergio Antonio Fuentes, El Tyson y/o Escorpión 1; José M. Vázquez o Raúl Marmolejo Gómez, Escorpión 18; Hugo Lira, Escorpión 26, y Refugio Adalberto Vargas Cortez, Escorpión 42.
Los sicarios heridos que se encuentran bajo el resguardo de la Armada son: Marcos Antonio Cortez Rodríguez, Escorpión 37, “hombre de confianza de Tony Tormenta y quien se encontraba a cargo de las fuerzas de reacción”, y Jesús González Rodríguez, Escorpión 43.
Indicó el contralmirante que en el local que utilizaba el líder narcotraficante para pernoctar en Matamoros fueron incautadas cuatro armas largas, cinco pistolas, 22 cargadores para arma de fuego y municiones de diferentes calibres.
Sicarios intentaron rescatar a "Tony Tormenta" durante operativo de la Marina
La Marina recibió el reporte de un enfrentamiento armado en la ciudad, por lo que se dirigió a los lugares indicados en la denuncia anónima. Posteriormente comenzaron a "circular versiones" de la presencia del líder narcotraficante. EFE/Archivo
Según el portavoz de la Marina, el contraalmirante José Luis Vergara, el enfrentamiento en la ciudad de Matamoros (ubicada a orillas del Golfo de México y fronteriza con Texas) con la escolta del capo duró casi tres horas e involucró armas de fuego y granadas.
A su vez, los sicarios del cartel intentaban romper el cerco de seguridad para rescatar a su líder.
Vergara reveló que una llamada anónima desató el viernes la cacería contra la cabeza del cartel del Golfo, una de las organizaciones criminales más longevas y peligrosas del país, responsable en parte de la cruenta oleada de violencia que vive México actualmente.
La Marina recibió el reporte de un enfrentamiento armado en la ciudad, por lo que se dirigió a los lugares indicados en la denuncia anónima. Posteriormente comenzaron a "circular versiones" de la presencia del líder narcotraficante, indicó Vergara, sin dar más detalles.
El capo fue localizado en un domicilio protegido por cuatro escoltas, con lo que la Marina diseñó un dispositivo de asalto y seguridad compuesto por 660 hombres, tres helicópteros y diecisiete vehículos.
El tiroteo se inició sobre las 15.00 hora local aproximadamente (21.00 GMT) y se prolongó hasta pasadas las 17.35 hora local (23.35 GMT), cuando Ezequiel Cárdenas fue abatido por los disparos de la Marina.
En el operativo fallecieron tres marinos y los cuatro sicarios que protegían a "Tony Tormenta". Además murieron en otro incidente cerca al área un militar y un periodista, éste por disparos de la Marina, según medios locales.
En el operativo fueron detenidas dos personas, una de ellas el hombre de confianza de "Tony Tormenta".
El capo tenía sobre su cabeza una recompensa de cinco millones de dólares ofrecida por las autoridades de EE.UU. que lo reclamaban por tráfico de cocaína y marihuana, y otra por la mitad de esa cantidad a cuenta del Gobierno mexicano.
Ezequiel Cárdenas era hermano de Osiel Cárdenas Guillén, quien lideró el cartel hasta su detención en 2003; tras ello el mando de la organización recayó en "Tony Tormenta" y Eduardo Costilla "El Coss".
La Marina había seguido el rastro del líder del cartel del Golfo desde finales de marzo y fue recabando datos sobre el paradero de éste, aunque el capo, quien gozaba de protección de policías y funcionarios estatales, según investigaciones periodísticas, logró escapar en varias ocasiones de los operativos para capturarlo.
El 1 de noviembre se recibió una pista más certera sobre el paradero del narcotraficante, pero éste también pudo evitar a las fuerzas armadas.
El silencio local
En la prensa local de Matamoros no hubo mención alguna a la baja del capo. Tony Tormenta, las dos palabras más recurridas en medios nacionales, redes sociales, y cotilleos de sobremesa en los últimos días, no tuvieron cabida en los titulares de los periódicos matamorenses a la mañana siguiente.
En el enfrentamiento también perdió la vida el reportero Carlos Guajardo Romero, víctima del fuego cruzado.
El Expreso, para quien trabajaba Guajardo Romero, dedicó toda su primera plana, así como sus paginas 2 y 3 para reportar el enfrentamiento, establecer su posición editorial y rendir un homenaje al reportero caído. Pero de la muerte del capo, ni una sola palabra.
En su nota sobre el hecho reporta que se registraron varios enfrentamientos “entre elementos de la Armada de México, y del Ejército mexicano con personas armadas.”
En su breve crónica cita dos lugares de enfrentamientos y los bloqueos, pero tampoco hace un recuento o estimado de las personas fallecidas en los hechos. Mucho menos elabora en la baja de Tony Tormenta. Lo más cerca que llega a estar de referirse a los sicarios participantes es cuando dice “personas armadas.”
Dedica una página completa en homenaje y semblanza del reportero caído Carlos Guajardo Romero y cierra así el tema de esta trágica jornada en Matamoros.
Por su parte, el diario El Bravo de Tamaulipas también con sede en Matamoros ni siquiera reporta el enfrentamiento. Al entrar a su sitio web se pueden leer notas de todo tipo e incluso acusaciones de abusos de la Marina, pero del enfrentamiento o de la muerte del capo, ni una sola palabra. Como si nada hubiera pasado.
El otro periódico importante de la ciudad y de la región es El Mañana, con ediciones en Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo. En su edición matamorense tampoco publica nada sobre la baja del líder del cártel, aunque en las otras dos ciudades cabecea su primera plana con “Muere Tony Tormenta” incluyendo la única fotografía conocida del capo. Pero, otra vez, en Matamoros nada.
El viernes pasado llegó a su fin la hegemonía de los Cárdenas Guillén en Matamoros donde por más de 10 años, tuvieron su feudo. Primero fue Osiel hasta su captura en 2003 y luego Tony Tormenta quien convirtió a su ciudad en un bastión inexpugnable para las bandas rivales.
Matamoros: El feudo de los Cárdenas Guillén
Matamoros se convirtió para el Cartel del Golfo en lo que Culiacán es para el Cartel del Sinaloa, una plaza emblemática, casi sagrada, que hay que mantener lejos de las manos de quienes no son de allí.
Lo hicieron a través de un control mediático total. Las bandas del crimen organizado prohibieron tajantemente a los medios de comunicación mencionar su organización y, mucho menos, nombrar a los dirigentes de la organización.
Cuando alguna revista de circulación nacional como Proceso trae algún reportaje sobre el cártel o sobre alguno de sus jefes como lo ha hecho últimamente, su circulación es saboteada en la región. Los lectores tienen que recurrir a alguna edición pirata de la revista circulando en internet.
Los medios de comunicación han sido amordazados por el crimen organizado que son quienes dictan qué se publica y qué no en los periódicos. Usualmente, lo que logra salir a las planas son acusaciones de presuntos abusos por parte de las fuerzas armadas. Muchos reporteros incluso están asalariados por los criminales.
Es notable como la cobertura periodística se aclara apenas se cruza la frontera pues, en el lado americano, el Brownsville Herald ha sido el periódico que más detalles ha ofrecido sobre la cacería reciente de Tony Tormenta.
La cifra de muertos
Ninguno de los medios locales refirió un estimado de personas fallecidas, pero es el Herald la fuente que aseguró que en los enfrentamientos habrían muerto más de 45 personas. Ese mismo día publicó por la tarde en su sitio web una nota que tituló en inglés “Docenas de muertos en Matamoros; puentes cerrados.”
En ella confirma dos enfrentamientos. El primero comenzó por la mañana “con al menos 30 personas muertas cerca del mediodía” citando a una fuente anónima policial que también refiere que por la tarde se dio un segundo enfrentamiento cerca del palacio municipal en el centro de la ciudad que dejó “al menos 17 muertos más.”
Y el sábado en seguimiento a la información, el Herald publica otra nota, “Más muertos en Tamaulipas” en donde, incluso, presenta testimonios de lo que varios civiles vieron en la calle.
En YouTube circula un video de un accidente que se dio en las calles de Matamoros durante la persecución en que una impresionante Suburban negra de cristales fuertemente polarizados, al parecer de sicarios, se impactó con una camioneta familiar haciéndola volcar.
El Herald presenta el testimonio de una ciudadana que asegura que en la camioneta volcada iba una familia. “Al menos dos gatilleros salieron (de la suburban) y dispararon contra la camioneta (familiar) así como contra el helicóptero que los iba persiguiendo. La mujer dijo que a ella también le dispararon cuando corrió a resguardarse, pero no alcanzó a ser impactada,” dice el Herald.
Otro testimonio presentado por el mismo diario texano habla de lo que estaba ocurriendo en los bloqueos.
“Un hombre que estaba en el centro reportó haber visto un grupo de hombres armados tomar un microbús de transporte público y ordenarle al conductor estacionarse bloqueando la avenida. Tan pronto como el conductor detuvo el vehículo, alcanzó a escuchar un solo disparo. Cuando el gatillero se fue, el testigo vio más de cerca que al conductor le habían disparado en la cabeza.”
Lo que publica el Brownsville Herald es mucho más creíble y en concordancia con lo duro que fueron los enfrentamientos armados del viernes donde una vez más los Escorpiones, escolta personal de Tony Tormenta, libraron una férrea defensa de su jefe acuartelados en un local comercial del centro de Matamoros. Después de varias horas de combate, fueron cayendo uno a uno, el capo incluido. Finalmente, la Marina logró sacarse la espina luego de varios operativos recientes en que se quedaron muy cerca de darle captura.
Sin embargo, aun muerto, Tony Tormenta amordaza a la ciudad. Como el Cid Campeador, sigue ganando batallas.
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