La voz del otro lado del teléfono era la de un hombre. Aseguraba pertenecer al “Cártel Unión Tepito” y así amenazaba, insultaba y exigía dinero, según él, a cambio de no hacerle daño a nadie.
Y sus víctimas, eran un grupo de 13 enfermeros que llegaron desde Monterrey a la Ciudad de México para trabajar como voluntarios en el Autódromo Hermanos Rodríguez convertido actualmente en hospital, ante la emergencia que existe por la pandemia del Covid-19.
No sólo ellos fueron engañados. Lo mismo le hicieron los delincuentes, a un soldado originario de Chiapas, revelan informes de las autoridades.
La noche de este martes, los enfermeros contaron a funcionarios de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad (FGJCDMX) lo que les sucedió.
Según relataron, las llamadas al grupo comenzaron a las 3:00 de la mañana en una de las habitaciones del hotel Ambos Mundos, en la Colonia Tacubaya, de la alcaldía Miguel Hidalgo.
Ahí estaban hospedados. Por ese motivo, a esa hora, algunos de ellos se encontraban dormidos, mientras que otros apenas llegaban de su guardia de trabajo.
Quien llamó dijo pertenecer al "Cártel Unión Tepito".
En un principio, los enfermeros relataron que no estaban seguros de qué cártel les habían dicho. Contaron primero que era al Cártel Jalisco Nueva Generación, pero después aseguraron que fue Unión Tepito.
Y así comenzó con los insultos y las amenazas. El hombre que amedrentaba lo hizo de tal forma, que logró que todos los enfermeros salieran de sus habitaciones y se reunieran en una sola.
No sólo eso. Después de tenerlos ahí juntos, hizo que el grupo se dividiera. A cinco de ellos los obligó a salir de ese hotel, y dirigirse a otro muy cerca de ahí llamado Bonn. En ese lugar hizo que se encerraran juntos en otra habitación.
Las horas avanzaban y los amagos e insultos continuaban. Quien llamaba amenazaba con asesinar a los enfermeros y también a sus familiares. Decía que los tenía a todos ubicados, que conocía sus direcciones, sus nombres...
Ya durante la mañana, el sujeto comenzó a “cerrar tratos” con los enfermeros. Entre todos juntaron poco más de 300 mil pesos, y esa fue la cantidad que acordaron entregar.
El hombre al teléfono les dijo que encontraría en el hotel otra persona que los llevaría al banco a realizar el depósito del dinero.
Según las investigaciones, aquella persona era un soldado originario de Chiapas que había caído en la misma trampa. A él le exigían 300 mil pesos.
El soldado fue víctima de los extorsionadores, que además de exigirle dinero, lo obligaron a ir con los enfermeros, caminando a la sucursal. Juntos llevaron el monto que reunieron y lo depositaron. Después regresaron al hotel.
A pesar del pago, la llamada no terminó. El sujeto seguía exigiendo dinero.
Ya por la tarde, agentes de la Policía de Investigación (PDI) llegaron al hotel. Eran elementos de la Fuerza Antisecuestros (FAS). Autoridades de Chiapas y de Nuevo León habían solicitado apoyo para rastrear a sus víctimas, por eso los agentes capitalinos ubicaron el lugar.
Así fue como descubrieron lo que estaba sucediendo con los enfermeros. Los agentes les explicaron que se trataba de una extorsión, y que la persona que llamaba en realidad no les haría nada de lo que aseguraba. Ahí los rescataron, y se los llevaron para declarar lo que sucedió.
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