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El narcopsicópata: Miguel Ángel Treviño Morales, el criminal que devoraba los corazones de sus enemigos

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Miguel Ángel Treviño, alias el Z-40, es uno de los mayores símbolos de la violencia en el crimen organizado en México. Esto, porque el ex líder de Los Zetas se caracterizaba por ser sumamente cruel con sus enemigos y, de acuerdo con la información que proporcionó la Marina Armada de México cuando fue capturado el 15 de julio del 2013, el cartel veracruzano era el más violento de la república en ese momento.


La historia de Treviño Morales en el mundo del crimen inició a muy temprana edad, pues cuando todavía era un adolescente y vivía en Dallas, Texas, se unió a Los Tejanos, pandilla dedicada al narcomenudeo y al robo de vehículos.

Después fue “descubierto” por Osiel Cárdenas Guillén, fundador del entonces brazo armado del Cártel del Golfo: Los Zetas, quien lo puso a lavar coches y posteriormente, al ver que dominaba el inglés, fue su mensajero. Con el pasar de los años, el Z-40 se ganó la confianza de de los altos mandos y fue subiendo de posición, hasta ser un sicario cercano a Ezequiel Cárdenas, Tony Tormenta, quien fue abatido en el 2010.


Con la deserción de numerosos elementos de las fuerzas especiales del Ejército Mexicano al integrarse al cártel, Treviño supo implementar ese “talento” recién llegado e impuso la “moda de desmembrar y guisar a sus enemigos”.

Alfredo Corchado, periodista del Dallas Morning News, asegura que el Z-40 mordía el corazón sus víctimas cuando aún estaban vivas con la firme creencia de que eso lo haría invencible y reclutaba a sus sicarios obligándoles a disparar a una persona al azar:


“Ponía una pistola cargada en la mano de un prospecto y le ordenaba apuntar a alguien enfrente de ellos. Treviño ponía luego su mano en el corazón del sicario para medir cuán rápido latía al tiempo que gritaba: ¡Chíngatelo! Si dudaba, le pegaba un tiro en la cabeza o le daba un empleo de chivato. Dependía de su humor ese día”, escribió en su libro Midnight in Mexico.

A partir de la detención de Osiel Cárdenas en 2003, Los Zetas entrarían en guerra con el Cártel del Golfo hasta el 2010. La participación de los ex militares y sus métodos violentaron a niveles nunca antes vistos los lugares donde se pelearon las plazas de venta de drogas en México, dejando un rastro de cadáveres e historias terroríficas en torno a la figura del Z-40, hasta que en un operativo de la Marina, en el estado de Tamaulipas fue aprehendido el criminal tan temido junto con sus escoltas, 8 armas de alto calibre, 500 cartuchos útiles y 2 millones de dólares en efectivo.



Respecto a su detención existen muchos rumores. Hay quienes aseguran que fue un arresto pactado para hacer ver bien a las fuerzas armadas, otros dicen que el gobierno de Estados Unidos tuvo que intervenir para que se pudiera materializar el arresto; sin embargo, la información proporcionada por los cuerpos de seguridad a cargo en la región comprobaron una exhaustiva investigación del Z-40, su seres cercanos, horarios y fuerza con la que disponía en la zona.

De tal modo que para emprender el operativo, la marina se valió de un helicóptero táctico Black Hawk y se esperó a que el líder de sicarios estuviera en un punto vulnerable y aislado de civiles para evitar daños colaterales.

El éxito del operativo resonó en todo el mundo, pues para cuando la marina detuvo a Treviño no fue necesario hacer ningún disparo.

El ex criminal fue trasladado al penal federal de Ciudad Juárez, Chihuahua y el 19 de julio del 2018, fue extraditado a EEUU en donde la Corte Federal de Texas abrió una investigación de narcotráfico por el trasiego de 2,000 kilogramos de cocaína.
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