La cuarentena obligada por la pandemia de coronavirus Covid-19 representó un problema para el comercio legal en el mundo. En el caso del comercio ilegal el panorama no es diferente, pues las cadenas de suministro de organizaciones como el Cártel de Sinaloa se vieron afectadas.
Según la agencia Reuters, que realizó una investigación al respecto, este sector experimenta cadenas de suministro rotas, retrasos en las entregas, trabajadores descontentos y millones de clientes en cuarentena.
Sin embargo no todo es malo para esta ‘industria’ pues esta situación abrió una ventana de oportunidad e innovación, lo que se ve traducido en el aumento significativo de precios en drogas.
Las interrupciones en el comercio mundial han elevado los precios de los productos químicos importados, como la efedrina, que se necesitan para fabricar metanfetamina, lo que representa una dificultad importante para grupos como el Cártel de Sinaloa.
Por otra parte el cierre parcial de la frontera de Estados Unidos y México ha complicado, de momento, la distribución de drogas en EU, el mayor consumidor de las drogas producidas en México.
Como está cerrada la frontera, estamos teniendo problemas en cruzar la droga
- Cocinero De Fentanilo Del Cártel De Sinaloa
Los precios de mayoreo han subido aproximadamente un 10 por ciento en las últimas semanas.
Un kilo de fentanilo vendido por el Cártel de Sinaloa a un comprador de drogas en Sinaloa costaría alrededor de 490 dólares, pero ese precio se elevaría a alrededor de 50,000 dólares si se entrega a Nueva York
El fentanilo y metanfetaminas se obtienen de la sintetización de diversas sustancias que se fabrican en sitios como China, India y Alemania, lugares que también se encuentran en cuarentena obligada.
El brote ha hecho que los precios de algunos ingredientes se triplicaran, reduciendo los márgenes de ganancias para productores y distribuidores.
John Callery, agente a cargo de la oficina de campo de la DEA en San Diego, dijo que los precios de las drogas en su sector aumentaron aproximadamente un 20% en general, excepto la metanfetamina, que se ha más que duplicado en las últimas semanas a hasta 2 mil dólares la libra.
Según funcionarios estadounidenses las organizaciones delictivas están moviendo más productos a través de túneles transfronterizos.
COCALEROS PERUANOS PIDEN AYUDA AL GOBIERNO
Por otro lado, cocaleros peruanos, que cultivan la planta para producir cocaína, al igual que cientos de productores y vendedores de drogas, también resultaron afectados debido a la pandemia de Covid-19.
Por ello los productores de coca solicitan ayudas similares a la que cientos de gobiernos del mundo han proporcionado a sus empresarios para lograr superar la crisis económica derivada del largo confinamiento.
Según Julián Pérez, jefe de una organización local de productores, los precios de las hojas de coca vendidas a las bandas de narcotraficantes han caído un 70% desde que Perú entró en cuarentena el mes pasado.
Pérez detalló que aunque varios de sus miembros ofrecen sus productos al mercado legal de esta planta muchos otros lo hacen en el mercado negro.
Autoridades peruanas sostienen que más del 90 por ciento de la cosecha de coca del país se destina a la venta para tráfico. Además de los productores los traficantes luchan para vender el producto.
La asociación formada por Pérez idea un plan para pedir al gobierno que compre el exceso de inventario de coca.
“Tiene que diseñar estrategias claras en la intervención en el tema de la coca. Estamos jodidos, como todo el mundo”, mencionó el líder.
Un vocero de la agencia antidrogas de Perú declaró que podría canalizar más ayuda para el desarrollo a las zonas más afectadas.
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