Tras reportes de enfrentamientos armados en las zonas aledañas a Chichihualco, cabecera municipal de Leonardo Bravo, donde la banda delictiva de Tlacotepec que dirige Onésimo Marquina Chapa, alias El Necho, irrumpió en las comunidades de Tepozonalco y El Naranjo para desplazar al grupo denominado Cártel del Sur, que encabeza Isaac Navarrete Celis, El Señor de la I.
Desde la semana pasada, el vocero de El Necho, Salvador Alanís, anunció a través del periódico El Sur que tenía la orden de aniquilar al Cártel de El Sur, cuyo bastión es Chichihualco y la capital de la entidad.
Esta situación provocó que ayer habitantes de 16 comunidades de Leonardo Bravo se levantaran en armas con fusiles de bajo calibre, palos y machetes para declararse en resistencia.
No obstante, la advertencia de Salvador Alanís se cumplió este día cuando el grupo delictivo de Tlacotepec atacó la cabecera municipal de Chichihualco por dos frentes: el primero por El Naranjo y el segundo por Tepozonalco.
Habitantes de ambas comunidades entrevistadas por este reportero en Chichihualco, informaron que decidieron huir de las balaceras y refugiarse en este lugar porque los grupos en confrontación estaban protagonizando una escena de guerra.
Cerca de las 15:00 horas, un convoy policiaco militar arribó a Chichihualco y se dirigió hacia el poblado de Tepozonalco, pero fueron interceptados por civiles armados con palos que atravesaron un camión para impedir el paso de las autoridades.
“Desde hace tres días pedimos la ayuda del gobierno, pero no nos hicieron caso y ahora que ya nos salimos, vienen los policías y soldados a robar nuestras casas”, expresaron los inconformes.
“Aquí el virus que está matando a la gente es la violencia, el hambre y el desinterés del gobierno al que no le importamos”, sentenció uno de los desplazados de Tepozonalco.
Luego, el convoy se dirigió al poblado de El Naranjo y, a la altura del punto conocido como El Llano, la zona agrícola de Chichihualco, los mandos castrenses dieron la orden de regresar.
No obstante, familias de El Naranjo que fueron a hacer sus compras a Chichihualco, obligaron a los soldados y policías a dar la vuelta para que los llevaran a su poblado porque estaban en la incertidumbre por los hechos de violencia reportados.
Ante la súplica de las personas, la caravana partió nuevamente hacia El Naranjo y al llegar al lugar, se observaban autos abandonados y un poblador afirmó que un grupo armado apostado en los cerros, estuvo disparando desde la mañana contra la ciudadanía.
Incluso, el campesino dijo que el lugar se había convertido en una zona de guerra y que los hombres armados seguían en el lugar.
Incluso, agentes estatales impidieron el paso a reporteros para evitar constatar la situación en El Naranjo y, enseguida, el convoy de soldados y policías se regresó a Chichihualco, dejando a la población a su suerte.
Pese a los testimonios de pobladores y desplazados por la violencia, el gobierno de Héctor Astudillo Flores, a través del secretario de Seguridad Pública, David Portillo Menchaca afirmó mediante un comunicado oficial que no se confirmó ningún enfrentamiento armado.
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