La justicia en Coahuila podría imponer una pena de 50 años de prisión a los diez detenidos por el ataque a uniformados en Villa Unión, el pasado 30 de noviembre.
Los imputados, identificados como presuntos sicarios del Cártel del Noreste, están acusados de los delitos de portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, asesinato y privación de la libertad.
La condena estaría dada debido a que en Coahuila el delito de secuestro está sancionado como grave, por lo que los supuestos sicarios tendrán que afrontar las consecuencias de haber levantado a dos bomberos y posteriormente asesinarlos.
En ese acontecimiento además, secuestraron a tres menores y dos adultos que les sirvieron como guía para salir del poblado rumbo a Tamaulipas.
El miércoles, los detenidos fueron trasladados al Centro de Readaptación Social en Piedras Negras, donde serían distribuidos a otros penales entre ellos el de Mesillas en Ramos Arizpe, Coahuila.
Los hechos violentos motivaron a las autoridades estatales para que se entregaran 11 patrullas, 200 metralletas y 100 armas cortas al municipio de Villa Unión.
“Lejos de lo que ellos buscaban, digamos que se dio un ambiente más positivo entre la sociedad”, señaló el gobernador de la entidad, Miguel Ángel Riquelme.
En el recuento de los daños de la agresión del pasado fin de semana, las cifras registraron 24 decesos. El último de los cadáveres fue encontrado el miércoles, y se trataba de un sicario que participó en el evento.
El sábado 30 de noviembre, un convoy de camionetas con hombres armados provenientes de Nuevo Laredo, Tamaulipas, ingresó a la cabecera de Villa Unión, Coahuila.
Se trataba de presuntos miembros del Cártel del Noreste, célula criminal liderada por Juan Gerardo Treviño, alias “El Huevo”.
A su entrada, los hombres dispararon contra la Presidencia Municipal, el cuartel de Policía, la Iglesia y diversos domicilios. También, incendiaron cinco vehículos, entre ellos dos patrullas.
En un primer momento, policías municipales y policías acreditables de la Fiscalía del Estado les hicieron frente. Luego, elementos de la Policía Estatal llegaron a reforzar a los agentes de Villa Unión y se enfrentaron con los sicarios.
Antes de huir, los delincuentes secuestraron a dos bomberos y tomaron una brecha que conduce al municipio de Anáhuac, Nuevo Léon, pero los estatales los buscaron en el municipio de Guerrero lo que desató nuevos enfrentamientos.
La madrugada del domingo en la Brecha del Gas, la Policía Estatal abatió a 18 presuntos delincuentes, también encontraron muertos a los bomberos levantados.
La entrada del Cártel del Noreste al estado fronterizo se debe a que busca apoderarse del territorio para asentar negocios y usar la región como una ruta de trasiego de drogas y armas hacia Estados Unidos.
Coahuila es una entidad con más de 2,000 millones de personas, desde 2007, ha sido constante la presencia de Los Zetas en esta zona, incluso a dicho grupo criminal se le atribuye la masacre del municipio de Allende, en marzo de 2011, que dejó al menos 22 personas desaparecidas.
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