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Cae "El Morsa", líder del CJNG, hace 9 años siendo líder de La Familia Michoacana

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7 de la mañana del 14 de junio de 2010, un convoy de la Policía Federal transita por la carretera Zitácuaro-Toluca. Se trasladan en dos grupos, distribuidos en ocho camionetas con seis agentes en cada una. De repente se encuentran con dos vehículos de alto tonelaje que les cierran el paso:



 Un autobús turístico y otro de los que se usan para el transporte público colectivo, y comienzan a recibir un intenso tiroteo desde varios flancos.

En esa “ratonera”, 10 agentes son abatidos casi al instante, perforados por la lluvia de balas que salieron de dos docenas de metralletas AK-47 y AR-15. Como pudieron, algunos uniformados repelieron la agresión y emprendieron la huida. Sin embargo, un par de kilómetros más adelante, sobre la misma vía son atacados desde un puente que cruza la carretera con otra lluvia de balas procedente de un fusil Barret calibre .50, así como diversas armas de asalto y granadas de fragmentación.


El Barret calibre .50, es un fusil de precisión de largo alcance de extraordinaria potencia y capacidad de penetración. Es conocido como matapolicías, porque perforan el blindaje de los chalecos antibalas de los agentes.  Su uso está orientado sobre todo para poder eliminar objetivos desde grandes distancias ya que su alcance efectivo es de 1800 m. La capacidad de penetración de su munición es tal que puede destruir el motor de un automóvil aún después de traspasar el blindaje. Tampoco hay cristales blindados que se le resistan.

El caos y la muerte se apoderaron de la zona. Los agentes responden como pueden. El tiroteo duró unos 20 minutos. La acción planeada los acorraló por completo, un autobús en llamas, 3 kilómetros más adelante, bloqueaba el camino.

Tuvieron que pasar cerca de 30 minutos para que la policía y los servicios de emergencia municipales llegaran en búsqueda de algún superviviente. La escena que encuentran en las inmediaciones del puente era dantesca. Sangre y cuerpos por doquier, cientos de casquillos de AR-15, AK-47, 9mm, 45 y otros. También se hallaban chalecos antibalas y ropas negras.

Los cuerpos de los oficiales quedaron en el pavimento pero no estaba ninguno de los sicarios, a pesar de que varios agresores perdieron la vida y otros más resultaron heridos. Habían sido retirados por sus cómplices. Posteriormente se encuentra el cuerpo de uno de los sicarios a bordo de un vehículo abandonado. Inmediatamente dio comienzo un gran despliegue por parte del Ejército y la Policía Federal para tratar de localizar a los agresores y evitar su huída.

El 16 de junio, Alaín Escutia Ruiz, alias “El León” y a Emilio Obed Palacios Andrade, “El Monstruo”, son detenidos en la ciudad de Morelia por su presunta participación en la emboscada. A los detenidos, les fueron decomisados dos fusiles de asalto calibre 7.62 x 39, un arma corta, 104 cartuchos, un cargador, dos bolsas con marihuana y uniformes oficiales, entre otras pertenencias.

Tras la detención de estos dos sujetos se supo que el ataque a los federales fue ideado por Nazario Moreno, alias “El Chayo“, líder de la organización de “La Familia Michoacana“. Este personaje habría ordenado a uno de sus jefes de plaza identificado como “El Chuky”, el ataque contra los elementos de seguridad, en represalia por las múltiples detenciones de integrantes de la organización en la zona del municipio de Zitácuaro.

El Chucky a su vez se reunió con diversos grupos criminales dirigidos por los sujetos identificados como “Don Pete” y “El Morsa”, quienes serían los autores materiales del ataque armado. Un grupo de nueve sujetos a bordo de cuatro vehículos, dirigidos por Don Pete, si situó en el primer puente a la espera de que pasara el convoy federal. El segundo grupo liderado por “La Morsa” reunió a 50 sicarios, quienes a bordo de ocho camionetas se trasladaron al lugar segundo puente para encerrar al convoy de los federales.

Tras el ataque “La Morsa” y “El Chucky” ordenaron a los sicarios dispersarse por varios municipios del estado y que se mantuvieran ocultos en un periodo de ocho a 15 días después del atentado contra los policías.

Detención del Morsa

Fuerzas federales y estatales detuvieron a Pablo Magaña, alias “La Morsa”, integrante de varios grupos criminales que han operado en Michoacán, y a quien se considera responsable de una emboscada contra policías federales, que dejó mas de 10 muertos hace nueve años en la carretera Zitácuaro-Toluca.

Pablo Magaña Serrato, alias “La Morsa” fue detenido este viernes en el bulevar Aeropuerto, en los límites de Lerma y Toluca, en el Estado de México, por autoridades estatales y federales.

En 2010 era uno de los cabecillas de la Familia Michoacana y se le relaciona con la emboscada contra policías federales el 14 de junio de ese año en Zitácuaro.

Las áreas de inteligencia tenían conocimiento de que posteriormente fue uno de los líderes de los Caballeros Templarios y actualmente operaba las plazas de Michoacán y Guerrero para el Cártel Jalisco Nueva Generación.

“La Morsa” ya había sido detenido en 2014, pero salió de la cárcel. Las autoridades mexiquenses ofrecían una recompensa de 300 mil pesos por información que ayudara a su captura. También se le atribuye el haber ordenado el asesinato de policías mexiquenses.
























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