Pistoleros del Cartel arrojaron nueve cuerpos torturados fuera de una casa a pocas cuadras de la frontera de esta ciudad con Texas.
Las autoridades de Tamaulipas fueron acudieron a la escena del crimen sangriento y en una breve declaración reveló: "La Fiscalía General de Tamaulipas inició una investigación sobre el asesinato de nueve personas"
Luis Alberto Rodríguez, portavoz del grupo de Tamaulipas llamado "Grupo de Coordinación", reveló que las víctimas son cinco mujeres y cuatro varones. Uno de los hombres estaba esposado.
"Aunque no está totalmente corroborado, hay una relación familiar entre los individuos", reveló el funcionario. "Las investigaciones confirmarán eso".
Encima de los cuerpos amontonados, un cartel mostraba el mensaje: "Esto no es un juego, sobrino".
Aunque ningún funcionario policial ha revelado públicamente más detalles, las víctimas aparecen torturadas y posteriormente ejecutadas con un arma de fuego. Las noticias locales en Nuevo Laredo permanecieron en silencio, ya que son comúnmente los objetivos de las amenazas de los cárteles de la droga.
En las redes sociales, los periodistas ciudadanos revelaron que la casa donde los cuerpos fueron arrojados pertenece a una mujer que está relacionada con Pablo Cesar "Takia" Alvarez, un comandante regional de Los Zetas de la facción Cartel Del Noreste. La organización controla actualmente Nuevo Laredo.
"El Takia" fue jefe regional de Nuevo Laredo hasta 2016 cuando fue capturado; Desde que era menor de edad en ese momento, fue enviado a un centro de detención juvenil. El comandante del cártel fue rescatado por un equipo de pistoleros, pero fue detenido poco después.
Tan pronto como fue considerado un adulto, Takia fue llevado a la prisión de Ciudad Victoria, donde ayudó a ejecutar desde el interior en nombre de la CDN.
Después de una serie de disturbios y fugas, las autoridades federales trasladaron a El Takia a otra prisión.
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