Con la entrega de Dámaso López Serrano, alias el Mini Lic, a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos se puede esperar el debilitamiento del grupo criminal a su mando y una disminución del índice de criminalidad, particularmente en Culiacán.
En lo anterior coincidieron el investigador de la UAS y experto en violencia Juan Carlos Ayala Barrón, y el analista internacional en seguridad Samuel González Ruiz, quienes hablan de la posibilidad de que ante la pérdida de las dos principales cabezas del grupo conocido como Los Dámaso, varios de sus integrantes busquen refugio en otras células.
"Cuando hay un sostén en una agrupación, los criminales abajo se siente protegidos, pero cuando este falta se escabullen o emigran a otros grupos, lo que podría contribuir a disminuir los índices de violencia en Sinaloa", reiteró Ayala Barrón.
Por su parte, el especialista Samuel González consideró en entrevista para ForoTV que, ante la pérdida de estos dos personajes y el posible debilitamiento del grupo delincuencial, se puede esperar, desde una fragmentación en la organización, hasta la unión de sus integrantes a bandos rivales, lo que finalmente podría diminuir la violencia.
A REFORZAR SU TRABAJO
Con el Mini Lic en poder de la DEA y su padre en una prisión federal mexicana, Juan Carlos Ayala consideró que la autoridad federal debe reforzar la labor de inteligencia, pues añade que por más elementos que han enviado no hay grandes avances debido a que se trató de una estrategia de militarización, y lo que se requiere es ir a las cabezas, a los líderes que mantienen un control, no solo del tráfico, sino de acciones financieras y otras modalidades delictivas, como el robo de vehículos y el secuestro.
ENTREGA
El analista internacional en Seguridad, Samuel González Ruiz, no descarta que la entrega de López Serrano a las autoridades estadounidenses, una inusual decisión, pudiera ser parte de un paquete de negociaciones de parte de su padre, Dámaso López Núñez, quien fuera detenido el pasado 2 de mayo en un departamento de la colonia Anzures, en la Ciudad de México, esto ante la inminente extradición.
El especialista recordó que estos personajes originarios, y con amplia influencia criminal, de la zona sur de Culiacán lideraban uno de los grupos más poderosos del Cártel de Sinaloa, a quienes autoridades federales atribuyen una fuerte disputa contra los hijos del Chapo Guzmán, su hermano el Guano y con Ismael "Mayo" Zambada.
RIESGOS
Contrario a las voces anteriores, Tomás Guevara, también especialista en Seguridad y Sociólogo de la UAS, con la entrega del Mini Lic se corre el riesgo de un aumento en la violencia en la entidad debido a una posible disputa por el control del grupo delictivo que comandaban él y su padre, Dámaso López Núñez, alias el Licenciado, preso desde mayo en el penal federal de Ciudad Juárez, Chihuahua.
El académico recordó que con la caída de capos siempre se ha diseminado la lucha por el control de plazas y la aparición de pequeñas células delictivas en busca del poder, lo que suele elevar la estadística criminal, como la que se vive desde enero a la fecha en la entidad.
Sobre la lectura que le da a la autoentrega de López Serrano a la DEA, el investigador asegura que esto obedece a una mayor confianza en esas autoridades y hacia el sistema penitenciario del país vecino.
LA DISPUTA DEL PODER
El índice de criminalidad que se vive en Sinaloa, y que al cierre de junio ha dejado en Culiacán casi 400 asesinatos y más de 2 mil 300 robos de vehículo, es atribuido en gran parte a la disputa del grupo delictivo al mando de Dámaso López Núñez, detenido a inicio de mayo en la Ciudad de México, y a su hijo Dámaso López Serrano contra los hijos del Chapo Guzmán.
Para autoridades federales, el Mini Lic, a quien también se atribuye la disputa de Villa Juárez, Navolato, es parte de una generación de "narcojúniors" extremadamente violentos.
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