WASHINGTON.- Un juez federal condenó el jueves a dos miembros de un cártel del narcotráfico mexicano involucrados en el asesinato de un agente del Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos en febrero de 2011, informaron las autoridades el jueves.
El comunicado de la fiscalía reportó que José Emanuel García Sota, de 36 años, y Jesús Iván Quezada Pina, de 29, ambos pertenecientes al cártel de Los Zetas, fueron declarados culpables en un tribunal federal en Washington por asesinato e intento de asesinato a un agente federal y por delitos con armas.
Fueron condenados por el tiroteo ocurrido el 15 de febrero de 2011 San Luis Potosí, México, donde murió el agente Jaime Zapata y por herir a otro agente.
No se anunció la fecha de la sentencia, pero la próxima comparecencia ante el juez está programada para el 29 de agosto. Ambos enfrentan condenas de por vida. Las autoridades informaron que otros cinco mexicanos, que también fueron extraditados, se declararon culpables anteriormente por cargos federales en el caso.
"Con el veredicto de culpabilidad de hoy, un total de siete miembros del violento cártel mexicano de drogas Los Zetas han sido llevados a la justicia por la implacable emboscada que le arrancó la vida" a Zapata y dejó heridas que pudieron haber matado al agente Víctor Ávila, dijo en un comunicado el fiscal del Distrito de Columbia, Channing D. Phillips.
Explicó que 22 testigos, incluido el agente Ávila, que sobrevivió al ataque, testificaron en el juicio que comenzó el 10 de julio.
"Los cárteles de drogas llevan muerte y destrucción a toda la frontera sur y venden drogas que quitan vidas en todo Estados Unidos", dijo el jueves el procurador general Jeff Sessions.
"La sentencia de hoy contra dos miembros del cártel por la horrenda muerte del agente Jaime Zapata en México es uno de los paso en los esfuerzos del Departamento de Justicia para desmantelar a los cárteles y llevarlos a la justicia", aseguró el funcionario.
Consideró que la sentencia es un testimonio de los "enormes recursos destinados a esta investigación" por parte de las instituciones del orden de Estados Unidos y México.
El fiscal Phillips dijo en su comunicado que los investigadores presentaron en el juicio evidencias de que García Sota y Quezada Pina eran sicarios de Los Zetas y que el día del tiroteo estaban en una misión para robar vehículos a fin de destinarlos a las operaciones del grupo criminal.
Detalló que ambos hombres estaban en el grupo de miembros del cártel que dispararon contra la Chevrolet Suburban blindada con placas diplomáticas que era conducida por Zapata en una transitada carretera al sur de la ciudad de San Luis Potosí.
Los delincuentes usaron armas de asalto semiautomáticas, incluidos rifles y pistolas. Los investigadores encontraron 90 casquillos en la escena del tiroteo.
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