Juan Francisco Treviño Chávez, “El Quico”, fue detenido en junio de 2012 en un centro comercial de Monterrey.
Lo consignaron y llevaron al penal federal de máxima seguridad del Altiplano en el Estado de México y tres meses después fue trasladado a una cárcel de Hermosillo, Sonora.
Ahí, hace aproximadamente un año, un juez simplemente decretó su libertad: uno de sus presuntos cómplices asumió la responsabilidad de todos los cargos en su contra, hasta se autoinculpó de ser poseedor de las armas con las que fue detenido “El Quico”, y lo demás fue mero trámite para abrirle la puerta de la prisión.
Según Inteligencia Militar, “El Quico” acaba de heredar el mando del sanguinario cártel de Los Zetas tras la detención de Óscar Treviño Morales, El “Z-42”.
Es parte de la dinastía que ha mandado en ese grupo criminal: El “Z-40”, Miguel Ángel Treviño Morales, y El “Z-42”, Óscar Omar, son sus tíos y predecesores en el máximo cargo del cártel.
Su padre, Juan Francisco Treviño Morales, “El Kiko” Ozuna, es el mayor de trece hermanos y fue el iniciador de la dinastía criminal. En 1993 fue detenido por autoridades estadounidenses tras cruzar el paso fronterizo de Nuevo Laredo. Llevaba casi 50 mil dólares en efectivo.
La justicia de Estados Unidos lo acusó, junto con otras personas, de conspiración para poseer una tonelada de mariguana con intención de distribuirla. Aunque esa acusación no prosperó, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) había abierto otras investigaciones sobre él, que concluyeron en su sentencia de 22 años de cárcel. En 2017 terminará de cumplir su condena.
Al ser detenido en 2012, Treviño Chávez, “El Quico”, era considerado el segundo en la línea de mando de Los Zetas, debajo de su tío, El “Z-40”.
Sin embargo, informantes de alto nivel en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y en la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) consideran que tras los golpes de los últimos años a sus principales líderes Los Zetas están prácticamente desarticulados y ya no son un cártel sino que han quedado reducidos a pandillas locales. En contraste, fuentes de inteligencia militar afirman que sí hay un relevo de mando y “El Quico” es el heredero.
Los Zetas nacieron como un grupo de sicarios de formación militar que habían sido cooptados por el capo del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas. Tras la captura de Cárdenas en 2003, el grupo comenzó a adquirir vida propia y para 2010 ya era considerado un cártel del narcotráfico independiente, con capacidad de producción y distribución de droga y con alto poder de fuego. Se ha caracterizado por ejercer control territorial mediante la extorsión y el secuestro. En pocos años lograron presencia en prácticamente todo el país y sostuvieron violentas disputas con otros cárteles por el control de las plazas.
La Suprema Corte decidirá si por fin limpia su brazo en Morelos, protagonista de varios bochornos y no pocos escándalos.
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