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Se busca sucesor del Chapo Guzmán

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La versión internacional de El País realizó un reportaje sobre el Cártel que impera en el Estado de Sinaloa,  resaltando la secuencia en la línea de producción de droga y la asombrosa continuidad que ha tenido el negocio. 

Pero ¿quién será el sucesor de uno de los narcotraficantes más famosos de México y el mundo?, de Joaquín Guzmán Loera el capo mejor conocido como el “Chapo Guzmán”.

Todo ha cambiado en Sinaloa después de que Guzmán Loera fue detenido, ya no se observan mirreyes al volante, ni ferraris y lamborghinis con la música a todo volumen.

Desde la detención de uno de los capos más importantes de México, muchos de los jóvenes que aspiran a imitar la vida del bandolero multimillonario, conducen coches de gama media y suben las ventanillas para que nadie los reconozca en los semáforos.


La vida del narcotraficante en Sinaloa se ha vuelto más subterránea y sutil pero lo discreto no quita lo robusto del poder que tiene el grupo como cuando el Chapo subía y bajaba en todo el estado.

“El cartel está ahí. No se le nota débil, resquebrajado, dividido o en riesgo de desaparecer. No ha nombrado a un sucesor, al menos, visible, pero la impresión que tengo es que si alguien hace las veces de capo es Ismael Mayo Zambada, que es el más fuerte. Controla las policías. El hijo del Chapo, Iván Archivaldo, controla el menudeo en Culiacán aunque son funciones autorizadas por Zambada. El concepto victorioso del Gobierno deteniendo a un capo importante como el Chapo, como si el narco fuera a desaparecer, es un mito”, indica Javier Valdez, director de Riodoce.

Pero algo tiene de curioso este reportaje, según el autor, la detención del Chapo tiene que ver más allá de una negociación pactada o una pantalla política como suponemos varios, tiene que ver con los grandes depósitos de petróleo y gas shale en la frontera México-Estados Unidos, pues el Cártel es uno de los obstáculos de la reforma energética propuesta por Enrique Peña Nieto.

El año pasado Pemex, la petrolera estatal, perdió 1.150 millones de dólares debido al robo en oleoductos. Los ladrones tienen el conocimiento necesario para perforar tuberías presurizadas.

Sin embargo el transporte y venta de de cocaína y heroína siguen siendo las principales fuentes de ingresos del cartel. La proliferación de las drogas sintéticas en EE UU ha llevado también a los capos sinaloenses a invertir grandes cantidades en laboratorios clandestinos.

En este país no se tiene la necesidad de importar la mercancía desde Colombia o Bolivia con el gasto que eso conlleva. Las farmacias ambulantes se instalan en edificios de la zona urbana de Culiacán o en lugares remotos de la sierra de Sinaloa, donde históricamente se ha cultivado la amapola. En esas brechas de difícil acceso se producen toneladas de la droga conocida como cristal.

Los laboratoristas mexicanos han sido instruidos por estadounidenses sureños que conocen a la perfección el negocio, pero la falta de experiencia a veces les ha jugado malas pasadas.

Según indica el reportaje “el año pasado, dos jóvenes bajaron a toda velocidad de la sierra con un compañero moribundo en el asiento de atrás del coche. Lo dejaron en un hospital de Culiacán, aunque ya era tarde. El muchacho no había utilizado la mascarilla, inhaló vapores químicos y murió intoxicado. El que conducía ese coche se llama Eduardo y tiene 26 años. Regentaba un autolavado en el que también vendía coches de segunda mano. Un día, unos tipos le propusieron pagarle con cristal el doble del valor de un coche. Dudó, aunque acabó accediendo. Colocar esa droga al otro lado de la frontera, donde realmente tiene valor, le llevó a internarse en las intimidades del cartel.

-Afirma Eduardo: “Tengo que pagarle 850 dólares por libra al transportista que lo lleva a la frontera, y 350 al que bota la mercancía a EE UU. Allí se hace cargo un dealer. No crea que es tan fácil ganar dinero, hay mucho intermediario”, quién acabó asociándose con un par de amigos para cocinar su propio producto. Con o sin el Chapo, la cadena de montaje no se ha obstaculizado.

Cabe resaltar que la ausencia del Chapo en Sinaloa ha disminuido la tasa de homicidios del estado. En 2013 fueron asesinadas 1.208 personas, por 986 al año siguiente. La tasa por cada 1.000 habitantes es de 33.33, solo superado por Guerrero, lugar en dónde desaparecieron los 43 normalistas de Ayotzinapa el pasado 26 de septiembre.

“El Chapo, tras ser detenido en la localidad costera de Mazatlán, en una urbanización, dijo, como muchos de sus antecesores al enfrentarse a un interrogatorio, que él no era más que un humilde campesino. Lo que no dijo es que tras el granero ocultaba la fábrica criminal más perfecta, que por ahora no ha dejado de producir”, finaliza el reportaje.
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